Santo, El Enmascarado de Plata, el heroe que nos hizo creer en nosotros

Por Juan Rodríguez Flores

Protagonista de mil batallas sobre el ring, ‘’Santo, El Enmascarado de Plata’’ tuvo la virtud de convertirse en héroe  del público mexicano gracias a las películas de acción y aventuras que hizo para el cine nacional

En  el cine mexicano hay un héroe que es reconocido por chicos y grandes, hombres y mujeres, familias enteras, desde  hace más de medio siglo. Se trata del luchador ‘’Santo, El Enmascarado de Plata’’, quien  durante su larga trayectoria protagonizo 9,534 combates sobre los cuadriláteros, venciendo en ellos a todos y cada uno de los rivales que intentaron despojarlo de su máscara. Fue así como logro  llevarse a la tumba el secreto de su identidad privada.

A ‘’Santo,  El Enmascarado de Plata’’ le corresponde el mérito de ser considerado, además de personaje mítico y legendario, el primer súper héroe que tuvieron, y siguen teniendo, millones de mexicanos, con una fama y popularidad equiparable, si no es que superior, a la de los anglosajones Batman, Superman, IronMan, Thor, Spiderman y muchos otros que pertenecen a los universos Marvel y D.C. comics.

Desde su aparición sobre los cuadriláteros, ‘’Santo, El Enmascarado de Plata’’, le hizo sentir al público que entre nosotros, el pueblo de México, también podían surgir paladines de la justicia, capaces de enfrentar y vencer a criaturas extraterrestres, personajes del averno, seres diabólicos y poderosos delincuentes. Todo eso representaba el Santo en la conciencia de las legiones de admiradores que seguían sus aventuras en historietas ilustradas y colmaban las arenas de lucha libre

De las luchas al cine nacional

Luego de su exitosa trayectoria en el ámbito deportivo, ‘’Santo El Enmascarado de Plata’’ fue atraído por el cine, ámbito en el que además de convertirse en uno de los artistas más taquilleros de México y América Latina no tardo mucho tiempo en impactar la cultura popular cinematográfica de países tan variados como Francia, Inglaterra y Japón. Ejemplo de tal hecho son las cincuenta y tantas películas que protagonizo estelarmente y que fueron exhibidas, siempre con enorme éxito, en todas esas y otras regiones del planeta.

Fascinante y seductora, atractiva, enigmática y misteriosa, la personalidad de ‘’Santo, El Enmascarado de Plata’’, despertó el fervor y admiración sin límites entre personas de muy diferentes clase sociales, niveles educativos e ideologías políticas. Eso lo hizo objeto de estudios realizados por expertos en sociología y cultura de masas acerca de lo que proyectaban en la imaginación de sus seguidores el traje y la máscara color plateados que portaba dentro y fuera del ring.

Uno de ellos, Raúl Julián, autor del libro Fantasía y Conducta Social, Un estudio Comparativo describió a Santo “como un personaje que fue no solamente capaz de tocar con su presencia algunas regiones del inconsciente colectivo de la sociedad mexicana, sino también remover algunos complejos e inseguridades que estaban arraigadas en las profundidades de la ideología popular”.

Gracias a ‘’Santo, El Enmascarado de Plata’’, gran parte de los mexicanos empezamos  a creer en nosotros mismos’’, apunto en uno de sus artículos el ensayista Víctor Laborde. Y añadió: “Antes de que el Santo ocupara el sitial de héroe que consiguió forjase en la pantalla grande, con películas de policías y ladrones, terror y ciencia ficción, no había alguien que fuera depositario de nuestro entusiasmo y confianza para enfrentar y vencer cualquier peligro. En sus filmes clásicos el continúa demostrando que no es necesario ser indestructible y poderoso, como son los personajes de los filmes gringos, para combatir a las fuerzas del mal. Y es que con Santo el público aprendió que en el heroísmo caben, también, el espíritu de sacrificio, la gentileza, el idealismo, el amor al prójimo, la amistad, la valentía, el coraje y otros valores que caracterizan a la cultura de México’’.

La tradición iniciada por ‘’Santo, el Enmascarado de Plata’’, en la industria fílmica mexicana hacia finales de 1958’s, a la mitad del siglo pasado, se ha visto continuada en este siglo XXI, por otros héroes surgidos de la lucha libre. Entre los que destacan, por derecho propio, Mil Mascaras, Místico y El Hijo de Santo el Enmascarado de Plata.

Esto nos hace pensar que frente al embate de los héroes estadounidenses que sigue produciendo Hollywood, dentro de la nueva era digital, queda todavía en el cine de México espacio suficiente como para que otros ídolos deportivos encuentren un lugar junto al inmortal “Santo, el Enmascarado de Plata”

 

 

Juan Rodríguez Flores

Juan Rodríguez Flores