Los Ángeles, 10 mar (EFE News).- Armando Torres asegura que nació en 1976 en la casa de sus padres en la ciudad californiana de Indio. Por años vivió cómodo con las garantías de ser ciudadano estadounidense, pero hace cuatro años el Departamento de Estado sembró la duda sobre su origen, sumergiéndolo en una pesadilla que lo ha dejado sin nacionalidad y con el constante temor a ser deportado a México.
El calvario de este educador residente del norte de California comenzó en 2016 cuando intentó renovar su pasaporte estadounidense y el Departamento de Estado denegó su petición, incluso después de que él presentara pruebas, asegura la demanda presentada por el hispano en la corte federal del norte de California para recuperar su nacionalidad.
Su mayor obstáculo ha sido demostrar su lugar nacimiento. Torres asegura que nació en su casa, en Indio, California, el 26 de julio de 1976, pero no fue registrado por sus padres sino hasta el 21 de agosto de 1985, cuando tenía 9 años.
La abogada de Torres, Prerna P. Lal, explicó a Efe que la situación indocumentada de los padres de Torres -Jesús Torres y Carmen Hernández- al momento del nacimiento del hispano, sumada al desconocimiento de cómo realizar el registro, fue fundamental para que no se le registrara sino hasta nueve años después.
Al momento del nacimiento de Torres, madre trabajaba en los campos del Valle de Coachella y temía que descubrieran que no tenía estatus legal si registraba al niño, advierte la demanda. La madre, que ahora es residente permanente, ha afirmado en varias declaraciones juradas al Gobierno federal que su hijo nació en Estados Unidos.
El latino es el octavo de los nueve hijos que tuvo la pareja. Torres y su hermano menor Rufino nacieron en suelo estadounidense. Rufino nació en un hospital de California en 1979. Las pruebas de todo ello se han anexado, junto con los certificados de educación del hispano, entre otras declaraciones.
PESADILLA DE MUCHOS
Lal advierte que la pesadilla que vive su cliente “es una realidad para muchas personas a quienes se les pudo haber registrado el nacimiento tarde por razones similares”.
“El caso de Torres no es un incidente o una práctica aislada. El Departamento de Estado ha cuestionado el nacimiento de miles de latinoamericanos, sin ningún fundamento, simplemente porque sus nacimientos se registraron tarde o porque nacieron en casa”, insiste la abogada.
En agosto de 2018 un reporte del periódico The Washington Post levantó ampolla en el Departamento de Estado al develar que cada vez más se estaban negando los pasaportes estadounidenses a hispanos que tenían registros de nacimiento de EE.UU. y vivían cerca de la frontera entre Texas y México, en lo que parecía ser un cambio de política.
El Departamento de Estado, entonces dirigido por Mike Pompeo, respondió al periódico negando que hubiera cambiado sus políticas y a la vez afirmó que el llamado fraude a la ciudadanía había ido en aumento en el área.
El Gobierno federal compartió con el periódico un documento titulado “Emisión / denegación nacional a lo largo de la frontera sur que involucra documentos de nacimiento potencialmente fraudulentos”, que asegura que en 2017, a 971 personas se les negaron pasaportes.
El Gobierno enfrenta decenas de demandas por esta causa. El año pasado la Unión Americana de Libertades Civiles de Colorado presentó una querella en nombre de Jaime Venegas, a quien también se le negó el pasaporte estadounidense a pesar de tener un certificado de nacimiento expedido por Texas.
Tanto para Torres como para Venegas los problemas con sus pasaportes comenzaron antes de la llegada de Donald Tump a la Presidencia en 2017.
BUSCANDO SU REGISTRO EN MÉXICO
Ante la insistencia del Gobierno estadounidense de que seguramente había nacido en México, Torres buscó en varios estados mexicanos su supuesto registro de nacimiento pero no lo encontró.
En medio de su desesperación y la mala asesoría de un abogado de inmigración, Torres sometió una solicitud al Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) para la visa U por haber sido víctima de un crimen violento.
No fue sino hasta que vio el reporte de que no estaba solo en este suplicio que decidió llevar su lucha a las cortes, de la mano de Lal y la abogada Lizbeth Mateo.
EL DEPARTAMENTO DE ESTADO TIENE LA PALABRA
Torres y sus abogadas esperan defender el caso en una corte en mayo próximo.
Sin embargo, Lal asegura que el Departamento de Estado podría reconocer el certificado de nacimiento de EE. UU. de Torres y los registros de inmigración de sus padres que indican claramente que nació en el condado californiano de Riverside, donde está Indio, y entregarle su pasaporte nuevo, con lo que el caso se desecharía.
La abogada hizo un llamado al Gobierno del actual presidente Joe Biden para que “no continúe con las políticas supremacistas blancas y antilatinas de la Administración anterior”.
“No podemos permitir que el Departamento de Estado continúe participando en estas prácticas turbias y nefastas dirigidas a los estadounidenses sin motivo”, valoró. Info, Prensa Mexicana