Torreón (México), 26 may (EFE).- Para llevar al Santos Laguna a la final del torneo Clausura 2021 del fútbol mexicano, el entrenador uruguayo Guillermo Almada tuvo que imponerse a las lesiones de sus jugadores estrellas y saber cómo gestionar a su joven plantilla.
El técnico de 51 años arrancó el torneo sin el futbolista más importante de su plantilla, su compatriota Brian Lozano, quien se recupera de una fractura de tibia y peroné en la pierna derecha que sufrió en junio de 2020.
Por ello, las principales armas ofensivas con las que contaba Almada en el Clausura eran el uruguayo Fernando Gorriarán y el chileno Diego Valdés.
Valdés y Gorriarán lideraran al Santos, con la nómina más joven del Clausura con un promedio de 25.1 años, sin embargo la realidad tuvo otros planes para el estratega sudamericano.
El chileno sufrió una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho que requirió cirugía, situación que lo mantuvo fuera de enero hasta abril, cuando inició la etapa final de la fase regular del Clausura.
Gorriarán sufrió en marzo una ruptura del tendón del aductor largo en el lado izquierdo, después de ser titular en las primeras 12 jornadas con el Santos en las que aportó tres asistencias y dos goles. El uruguayo regresó en abril.
Sin Valdés y Gorriarán, Almada se las ingenió para mantener al Santos en la pelea por ser uno de los cuatros mejores equipos de la clasificación, lo que les daría el pase directo a los cuartos de final.
Almada recurrió a jóvenes como Ronaldo Prieto, de 24 años, y Omar Campos y Santiago Muñoz, ambos de 18 años, para sustituir a dos de sus extranjeros principales con el objetivo de no renunciar a su estilo ofensivo y dinámico con el que pretende en cada partido ser el protagonista en la cancha.
El manejador uruguayo logró que el Santos finalizara en el quinto lugar de la clasificación, a sólo dos puntos del cuarto lugar, el Monterrey de Javier Aguirre, lo que le dio el pase a la reclasificación
En la repesca ante el Querétaro, Almada contó por primera vez desde enero con Valdés y Gorriarán como titulares, a los que se unió la inesperada recuperación del ecuatoriano Ayrton Preciado, quien desde que fichó en 2018 por el Santos ha sufrido distintas lesiones que lo limitaron a jugar 33 partidos.
En el duelo ante el Querétaro, Valdés, Gorriarán y Preciado marcaron un gol cada uno para encabezar la goleada por 5-0 y clasificar al Santos a los cuartos de final.
En la liguilla, este trío de futbolistas han cargado con el Santos. En cuartos, Preciado convirtió un gol para eliminar por 3-2 al Monterrey, en semifinales el ecuatoriano volvió a marcar en el triunfo por 3-1 ante el Puebla, resultado que los clasificó a la final en la que se medirán al Cruz Azul.
A partir de este jueves, Almada jugará su primera final en México cuando se dispute el duelo de ida en el estadio del Santos, el TSM, y el domingo será la vuelta en casa del Cruz Azul, en el estadio Azteca. Info, Prensa Mexicana