Tapachula, (México), 30 oct (EFE).- Una caravana de migrantes centroamericanos y haitianos salió este viernes del municipio de Acacoyagua, en el sureño estado de Chiapas, para reanudar su camino rumbo a la Ciudad de México, luego de no llegar a un acuerdo con autoridades migratorias para regularizar su situación en el país .
Los migrantes, que se habían detenido con la esperanza de obtener visas permanentes que les permitirían movilizarse por todo el país, reanudaron su camino rumbo a la comunidad de Uluapa, ubicada a unos 18 kilómetros de Acacoyagua, aunque fueron sorprendidos por una fuerte lluvia.
Los indocumentados rechazaron un ofrecimiento del Instituto Nacional de Migración (INM) para otorgar “tarjetas de visitante” a mujeres embarazadas y menores; pues las autoridades ofrecieron entregar tarjetas que solo les permitirían transitar por cuatro estados, según denunció Irineo Mújica Arzate, director de Pueblos Unidos Migrantes (PUM).
“Sabemos que no vienen con una propuesta seria, vinieron a jugar con las esperanzas de todos los migrantes”, dijo a Efe.
Más tarde, el INM divulgó un boletín en el que rechazó que se haya roto el diálogo con la caravana migrante; “el acercamiento y disposición de atenderlas se mantiene, con el objetivo de salvaguardar su integridad física”, afirmó.
Indicó que las autoridades migratorias han sostenido dos reuniones con representantes de los indocumentados en presencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y su símil estatal.
Aceptaron que ofrecieron emitir tarjetas de visitante por razones humanitarias a niños, mujeres, personas discapacitadas y enfermas y trasladar a los migrantes a diversos estados del país para brindarles atención en sus trámites, “así como proporcionarles alojamiento en albergues de puertas abiertas y alimentación”.
Sin embargo, puntualizaron, las propuestas fueron rechazadas por los representantes de la caravana, quienes pidieron que se regularicen en el lugar que se encuentren “sin considerar que operativamente no es posible debido a que los recursos tecnológicos se encuentran en las oficinas de representación”.
Asimismo, reiteraron su llamado al diálogo el cual, dijeron, debe ser directamente con las personas migrantes y bajo la supervisión de la CNDH “a fin de que no sean rehenes de decisiones cupulares en detrimento de sus derechos humanos”.
Los cerca de 5.000 indocumentados son escoltados por elementos de la Guardia Nacional y policías de tránsito que los guían en la carretera por donde circulan cientos de vehículos de carga pesada y unidades de transporte público para evitar algún incidente.
Las autoridades han montado un fuerte operativo para orientar a los carros y así evitar que los migrantes se suban a las unidades de carga pesada.
La región vive una ola migratoria sin precedentes desde comienzos de año, con un flujo histórico de 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020.
Además, las cifras de arrestos en la frontera de Estados Unidos con México alcanzaron en el pasado año fiscal cifras nunca vistas hasta ahora, con más de 1,7 millones de inmigrantes detectados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés). Info,Prensa Mexicana