México, 18 dic (EFE).- Ciudad de México y el colindante Estado de México cerrarán todas las actividades no esenciales desde este sábado hasta el 10 de enero para frenar el avance de la epidemia de la covid-19, que atraviesa su pico máximo en la capital desde el estallido de la enfermedad.
“Tendremos una suspensión temporal de ciertas actividades económicas que ha sido analizado contribuyen importantemente a la movilidad y a la congregación de las personas”, confirmó en rueda de prensa el subsecretario de Salud y principal gestor de la pandemia en México, Hugo López-Gatell.
Permanecerán abiertos los servicios de alimentos sin preparar o preparados, para llevar o a domicilio, los sectores de energía, transporte, manufactura, salud, funerarios, de construcción, financieros y de telecomunicaciones.
También operarán la fabricación y venta de medicamentos, algunos talleres de reparaciones y refacciones y los servicios gubernamentales tributarios, de seguridad, obra pública, agua y de operación.
Ciudad de México, el principal foco rojo de la pandemia, acumula 277.733 casos de covid y 19.583 muertos, mientras el país suma 1.289.298 contagios y 116.487 decesos.
La ocupación hospitalaria en la capital es del 80 % y del 75 % en el colindante Estado de México, mientras las camas con ventilador de la capital están al 69 % de su ocupación.
Las autoridades capitalinas y el propio presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, piden desde hace dos semanas a la población restringir la movilidad, un llamado que según López-Gatell “contribuyó” a reducir los desplazamientos pero “no es suficiente”.
“La inercia que tiene la epidemia en esta región requiere esfuerzos adicionales y hemos llegado a la conclusión de que se requieren medidas extraordinarias que en este momento son indispensables para lograr que en las siguientes semanas, en particular en las siguientes tres, se reduzcan los contagios, se reduzcan las hospitalizaciones y se reduzcan las muertes”, aseveró.
El subsecretario enfatizó que el repunte en la capital y su zona metropolitana ocurrió “a partir de la primera semana de octubre”, en una región difícil de controlar al tener “una población tan grande (de más de 23 millones de personas) y con tanta movilidad”.
“No es el momento para hacer fiestas, reuniones familiares, posadas y cualquier otra congregación”, llamó a la población.
La alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que el semáforo epidemiológico de la capital entró en color rojo, lo que indica peligro máximo.
“Necesitamos necesariamente disminuir la curva de contagios para que disminuyan las hospitalizaciones, y por ello es que se toman estas medidas”, subrayó.
Sheinbaum enfatizó que el objetivo es llegar a tener 10.000 camas de hospital en la Zona Metropolitana del Valle de México, pero lo “más importante” por el momento es la prevención.
Además indicó que se buscará dar “apoyos” a la ciudadanía en esta “circunstancia compleja”.
En su turno de palabra, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, destacó que las acciones se toman de manera “coordinada” junto con la capital.
“Nuestro objetivo es salvar más vidas”, apuntó, y recordó que en el Estado de México, el más poblado del país y vecino de la capital, hay una ocupación del 75 %, niveles similares del momento “más alto” de la pandemia en junio.
Ante un alza “preocupante” del ritmo de contagios se acordó suspender todas las actividades no esenciales y disminuir así la movilidad y el número de casos, dijo Del Mazo, que tacho esta decisión de “difícil” porque afecta a la economía familiar. Info, Prensa Mexicana