Generalmente escribo sobre arte y cultura pero hoy la realidad me empuja a otra cosa, esto es un compromiso moral para con mis compatriotas y conmigo mismo, es un grito por ayuda.
Yo no sé si los demás colombianos piensan en el suicidio pero creo que sí, yo lo hago, casi a diario, vivo en un infierno que no solicité, nací en Colombia sin pedirlo y acá no se puede vivir, se sobrevive mientras te matan.
Lo que molesta del colombiano no es su violencia inherente, tampoco su corrupción eterna e inmarcesible, tampoco su falta de capacidad de análisis y de visión, de previsión para el futuro. Lo que molesta del colombiano no es que crea que vive feliz en un infierno, que trate de ocultar la miseria absoluta en un momento feliz fugaz, lo que molesta no es que tengamos la peor educación del mundo, un sistema de salud, de transporte y de gobierno deshonesto e inservible, no molesta que los colombianos fracasen una y otra vez en cada cosa que emprenden. No molesta que "el vivo vive del bobo y el bobo de la mamá", que "hecha la ley hecha la trampa", que "a papaya puesta, papaya partida". No molesta saber que las profesiones con más futuro son el sicariato, la politiquería vacía y banal, el robo y el nepotismo.Lo que en realidad molesta de Colombia es su falta de inteligencia para todo y de empatía con los demás, lo que nos hace saber que nunca, jamás, nada va a cambiar.
Solamente en 2020 en medio de una pandemia en la que quebró toda la economía, se robaron las ayudas y le dieron prestamos a los bancos y a empresas internacionales en lugar de a la población, van más de 50 masacres a las que les cambiaron el nombre a "homicidios colectivos" para usar eufemismos, para ocultar la realidad. Asesinan a lideres sociales todos los días, la policía ahora mata a diestra y siniestra sin que suceda nada, los estallidos sociales son reprimidos y tildados de "vandalismo", este país no ofrece nada, no tiene absolutamente nada bueno, no hay futuro, es un moridero.
Por eso por la dignidad de nuestros hijos, envío un grito al planeta, un SOS a quien pueda escuchar: Abran las fronteras para los que no somos asesinos y ladrones podamos ir a educar a nuestros hijos a lugares mejores, a trabajar en donde al menos se pueda comer, donde hacerlo decentemente permita tener una casa o un pequeño capital para construir algo, un lugar en donde el sueldo sea una ganancia y no un favor, un lugar en donde uno sea un ser humano y no un cuerpo más en una fosa comun, en donde al menos se pueda ser dueño de un centímetro de tierra para soñar con un hogar mientras se está respirando.
Solicito, y sé que hablo por muchos más, que se abran las fronteras de los países para que los que no queremos ser asesinados en esta tierra de muerte podamos salir y establecernos como elementos productivos en donde nos valoren.
En este país no todos somos corruptos y asesinos, no todos vivimos el día a día mirando hacia otro lado, sabiendo que para ganar algo otro tiene que perderlo, Muchos no queremos seguir acá.
En nombre de la declaración Universal de los Derechos Humanos y apelando a la humanidad que aun quede en el planeta: Abrán las fronteras para los colombianos que queramos escapar.
