Guadalajara (México), 31 oct (EFE).- Con un colorido altar al pie de su tumba en su rancho, ubicado a las afueras de la ciudad mexicana de Guadalajara, el cantante de música ranchera Vicente Fernández es recordado estos días por su familia y por decenas de sus seguidores que han viajado de todas partes del país y Estados Unidos hasta el estado de Jalisco, oeste de México.
A poco más de un mes de cumplirse el primer aniversario de su muerte, falleció el 12 de diciembre de 2021, la familia del intérprete de música ranchera abrió las puertas de su rancho y levantó el fin de semana un altar que estará abierto al público por varios días.
Bertha Moreno y Luis José Sánchez contaron a EFE que viajaron desde el municipio de Ciudad Guzmán, en el sur de Jalisco, para ver el altar de quien consideran “un icono de la cultura mexicana” y a la vez seguir la tradición del Día de Muertos que se celebra en México este 1 y 2 de noviembre.
“Es algo asombroso y digno del rey de la música mexicana, es lo mínimo que se merece, es un ejemplo para hacer más altares, se nota que está hecho con mucho cariño y detalle”, dijo Moreno.
“Es como escribir México con letras grandes porque Vicente es un ídolo nacional, símbolo del país y no se puede explicar México sin él y sin el Día de Muertos”, añadió Sánchez.
En tanto, Joselyn Villalobos aprovechó su viaje desde Illinois, Estados Unidos, para visitar la tumba de Vicente quien “fue leyenda y es un orgullo para los mexicanos donde quiera que estén”, dijo a EFE.
FLORES Y COLORES
El altar fue colocado justo al lado de la tumba del cantante, en la entrada de su rancho llamado “Los Tres Potrillos” y hasta donde el público llegaba por un camino lleno de flores de cempasúchil y velas.
De acuerdo con la familia, artesanos del estado del vecino estado de Michoacán fueron los encargados de realizar este altar con flores de cempasúchil, velas y veladoras colocadas desde la entrada del lugar hasta la tumba.
El espacio está lleno de detalles, no solo los tradicionales como la calavera de azúcar, las cruces, las flores y el pan de muerto, sino también los personales con un retrato del cantante, su traje de charro y su silla para montar, además de algunos dulces y bebidas que le gustaban.
Con las canciones del “Charro de Huentitán” de fondo, los asistentes pueden admirar y tomarse fotos del altar que también está adornado con listones multicolores y el tradicional papel picado.
Al pie de la tumba se puede apreciar una alfombra o “tapete de muertos”, realizado con aserrín de colores que forman tanto notas musicales, flores, mariposas y la leyenda “Sigo siendo el rey”, parte de su canción más conocida “El rey”. Info. Prensa Mexicana