Nueva York, 13 abr (EFE News).- Las legislaturas de Connecticut y Maine evalúan proyectos de ley que proponen seguir el ejemplo de California o el Distrito de Columbia y dar cobertura médica estatal a indocumentados, aunque la mayoría de las protecciones que existen en otros estados se centran en cuidado prenatal e infantil.
En Connecticut, una coalición de organizaciones lleva a cabo la campaña “Husky para inmigrantes” con el fin de que la propuesta, que se ha presentado por cuarta ocasión, llegue por primera vez a votación para decidir si se les extiende la cobertura estatal de cuidado de salud para adultos, ancianos, discapacitados y niños.
Contrario a otros estados, los niños indocumentados no cuentan con cobertura médica, que sólo tienen ciudadanos o residentes legales después de cinco años de residencia permanente. Eso lleva a que sólo pueden tenerla a través de sus padres si estos la han adquirido o la obtuvieron a través de su empleador.
El proyecto fue aprobado por el Comité de Recursos Humanos de la Cámara de Representantes estatal tras una audiencia pública en la que indocumentados dejaron oír su voz.
La propuesta pasó al Comité de Apropiaciones, que determinará cuánto costará el erario público la iniciativa, pero aún no ha sido incluido en su calendario.
Aunque no se tiene una idea de esa cifra, la coalición que la impulsa apoyó que fuera sometida a trámite legislativo sin ese dato por la crisis de salud debido a la covid-19.
“En este momento tan serio que estamos no se podía esperar a tener respuesta a todas las preguntas. La coalición decidió que no podíamos esperar y todavía no se sabe cuánto va a costar”, dijo a Efe Frances Padilla, presidenta de la organización sin ánimo de lucro Universal Health Care Foundation, que aboga por servicios de salud para todos y es parte de la campaña.
Explicó que la alternativa que tienen los inmigrantes por ahora es acudir a clínicas comunitarias no gubernamentales donde médicos voluntarios brindan servicios básicos de salud.
El futuro del proyecto es incierto, pero Padilla dice que no se dan por vencidos y recordó que la sesión legislativa concluye en junio.
“Hay que seguir tratando, tenemos ocho semanas para seguir abogando y creado conciencia dentro de la legislatura, que es demócrata y es bien conservadora”, apuntó.
Destacó que la comunidad inmigrante, que se estima en unas 130.000 personas en este estado, aportan a la economía pero no obtienen a cambio ningún beneficio.
Según un informe de 2017 del Instituto de Impuestos y Política Económica, los inmigrantes indocumentados de Connecticut pagan aproximadamente 125 millones de dólares al año en impuestos locales y estatales.
En Maine, la propuesta para extender la cobertura a indocumentados, a residentes con menos de cinco años de residencia permanente y los que esperan por una decisión sobre su petición de asilo tendrá su primera audiencia pública este jueves.
“Cuando todos los residentes de Maine tengan cuidados de salud, incluyendo miembros de nuestra comunidad inmigrante, nuestro estado será más fuerte, saludable y equitativo”, aseguró al periódico Beacon la representante estatal Rachel Talbot Ross, autora del proyecto. Info, Prensa Mexicana