San José, 31 mar (EFE).- La selección de Costa Rica amplió a 8 la seguidilla de partidos sin ganar tras los dos amistosos de marzo ante Bosnia y México, lo que ha prendido las alarmas en el entorno futbolístico pues el espacio para corregir y experimentar es prácticamente nulo ante la cercanía de la eliminatoria al Mundial de Catar 2022.
Costa Rica no gana un partido desde noviembre de 2019 cuando derrotó por 2-1 a Curazao. Desde entonces, el conjunto centroamericano empató con Haití, Bosnia y Catar, y perdió frente a Estados Unidos, México, el País Vasco y en dos ocasiones ante Panamá.
Los dos últimos partidos frente a Bosnia (0-0) y México (1-0) mostraron una mejoría en el accionar del equipo costarricense en comparación con el 2020, pero sigue sin desplegar un volumen ofensivo que le permita aspirar a ganar con firmeza.
“Me deja un gran sabor de boca con respecto a rendimientos, tanto por líneas y algunos individuales y también me deja una preocupación grande no poder obtener una victoria en los últimos partidos y eso nos pone nerviosos a todos”, dijo el seleccionador Ronald González tras la derrota del martes ante México.
El entrenador afirmó que “estos son los partidos que necesitamos” y expresó que para los restantes compromisos del año habrá “un abanico más grande de jugadores y posibilidades”.
LA AUSENCIA DE PEGADA
Uno de los mayores problemas que ha experimentado el equipo al mando del entrenador Ronald González es la falta de pegada y de un volumen ofensivo constante.
En la racha de ocho partidos sin ganar de los últimos 16 meses, Costa Rica solo ha marcado 3 goles, una clara señal de que en esa área el equipo necesita trabajar horas extra.
El delantero del León de México Joel Campbell ha sido la principal carta ofensiva de Costa Rica durante los últimos amistosos, pero se le ha visto también cumpliendo labores defensivas pegado a la banda, lo que le ha restado posibilidades al equipo en ataque.
El seleccionador González también anda en la búsqueda de un ‘9’ de garantías que parece no encontrar todavía. Ya probó en esa posición a jugadores como Jonathan Moya, Johan Venegas y Felicio Brown, sin que hayan mostrado un nivel sobresaliente.
La vuelta del ’10’ Bryan Ruiz en los dos partidos de marzo tras una larga ausencia, fue una buena noticia para el conjunto costarricense, pues aportó claridad y manejo del balón en el medio campo para intentar generar opciones ofensivas.
En la zona defensiva, a pesar de las derrotas, el equipo, encabezado por el portero Keylor Navas ha mostrado cierta solidez, pero los despistes en los últimos minutos le costaron derrotas contra Panamá, el País Vasco y México.
ALARMA EN UN AÑO CARGADO DE COMPETICIONES
La prensa local ha criticado fuertemente el desempeño de la selección y del estratega Ronald González y ha encendido las alarmas porque los de marzo fueron los dos últimos partidos amistosos antes de que comiencen las competiciones oficiales.
Costa Rica volverá al campo en junio para jugar dos partidos: la semifinal de la Liga de Naciones de Concacaf contra México, y ya sea la final o el choque por el tercer lugar de ese certamen.
Para julio está programada la Copa Oro de la Concacaf y en septiembre arrancará la eliminatoria al Mundial de Catar 2022 con un nuevo formato que obligará a los equipos a jugar más partidos en un tiempo más corto.
El 2 de septiembre Costa Rica comenzará la eliminatoria como visitante ante un rival aún por definir; el 5 de septiembre recibirá a México y el día 8 a Jamaica.
Para octubre, Costa Rica visitará a Honduras el día 7 y a Estados Unidos, el 13; mientras que recibirá a un rival por definir, el 10.
En noviembre habrá dos jornadas más de eliminatorias, en las que Costa Rica visitará a un rival por definir el día 12, y recibirá a Honduras, el 16.
Las restantes seis fechas del octogonal eliminatorio se disputarán en enero y marzo de 2022. Info, Prensa Mexicana
Douglas Marín