Tucson (AZ), 10 feb (EFE News).- El Gobierno federal estadounidense y los albergues en estados fronterizos se preparan para recibir lo que podría ser una nueva oleada de migrantes con nuevos centros de procesamiento y más recursos para brindar ayuda a las familias, incluyendo pruebas de covid-19.
En las últimas dos semanas la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha reportado la llegada de grandes grupos a la frontera, particularmente en Texas, donde la agencia federal ya ha comenzado a liberar a docenas de estas familias.
Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande -una agencia de la diócesis de Brownsville, Texas-, dijo hoy a Efe que desde hace dos semanas la Patrulla Fronteriza comenzó a liberar a las familias.
Desde entonces el albergue que maneja la agencia en la ciudad de Río Grande recibe un promedio de 80 familias diariamente, en su mayoría integradas por inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador. Pero también llegan familias de otros países como Haití.
“Estamos viendo que solo familias están siendo liberadas: papá, mamá y sus hijos”, dijo.
Indicó que la CBP se comunicó directamente con ella y le informó que las familias comenzarían a ser liberadas, por lo que de inmediato comenzaron a prepararse. El albergue cuenta con traductores y voluntarios que ayudan a los migrantes a llamar a sus familias en Estados Unidos y comprar pasajes de autobús para llegar a sus destinos finales.
Adicionalmente, cada migrante que llega al albergue es sometido a la prueba de la covid-19 para asegurar que ninguna persona que tenga el virus pueda internarse en el país sin ser detectado. Como parte del proceso dentro del albergue, cada persona es sometida a la prueba y los resultados están listos en 20 minutos.
“En caso de que una persona dé positivo, es enviada a un hotel donde puede hacer la cuarentena”, dijo Pimentel.
La directora está convencida que este es solo el comienzo y espera que en las próximas semanas la llegada de familias aumente aun más debido a que la Administración del presidente Joe Biden todavía no ha tomado una decisión sobre qué se va a hacer con los miles de migrantes que están en México bajo el programa Protocolos de Protección al Migrante (MPP), esperando a que se resuelvan sus casos de asilo.
“Esta gente aún no ha cruzado y lo más seguro es que otros también se van animar a cruzar, así que lo más probable es que los números aumenten”,consideró.
PREPARATIVOSEN MARCHA
Por su parte, la CBP también se está preparando para lo que podría ser una nueva oleada de familias migrantes llegando a la frontera, especialmente ahora que la Administración Biden suspendió los Acuerdos de Cooperación de Asilo (ACA).
Estos acuerdos firmados por la Administración del hoy expresidente Donald Trump con El Salvador, Honduras y Guatemala establecían las bases para el traslado de personas que solicitaban protección en Estados Unidos a los otros países signatarios para recibir protección internacional.
Como una señal de que la CBP se prepara para la llegada de más familias, la agencia federal anunció ayer la apertura de un nuevo centro provisional de procesamiento de migrantes en Donna, Texas. De acuerdo con la CBP, el centro estará operando mientras se llevan a cabo remodelaciones en el centro de procesamiento central en McAllen.
La nueva instalación, de 160.000 pies cuadrados (ocho hectáreas) y que se asienta en un terreno de 45 acres (18 hectáreas), cuenta con aire acondicionado y amplias aéreas para alimentación, descanso e higiene personal.
En un comunicado, la agencia aseguro que “el diseño de la nueva instalación representa una mejora considerable respecto a instalaciones similares que se han construido anteriormente”.
Las nuevas instalaciones son necesarias después que la agencia indicara que sus centros de detención ya se encuentran a máxima capacidad.
Adicionalmente, a principios de febrero la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) informó que reactivará un centro de alojamiento de niños migrantes en Carrizo Springs,Texas.
La agencia encargada del cuidado de menores que llegan a la frontera sin ninguno de sus padres o un familiar ha aumentado su capacidad de alojamiento de migrantes a 13.200 a nivel nacional, la más alta en la historia del programa. La ORR aseguró que existe la capacidad de aumentar la capacidad en caso de ser necesario.
Mientras tanto, en Arizona, fuentes de la Patrulla Fronteriza dijeron a Efe que en las últimas semanas han visto un aumento significativo en el número de jóvenes no acompañados llegando a la frontera.
El Albergue Casa Alitas, en Tucson, ya se apresta para la posible llegada de más familias migrantes. Actualmente está en contacto con otros albergues en la frontera para detectar cuáles son las necesidades más urgentes de los migrantes.
Pimentel espera que la respuesta del Gobierno Biden a la llegada de las familias migrantes sea muy distinta a la de la Administración Trump, durante la cual miles de familias llegaron a la frontera y muchos migrantes fueron separados de sus hijos.
“La Administración cuenta con los recursos para que la entrada al país de estas familias sea de forma ordenada”, aseguró.
Por su parte, críticos de la nueva Administración consideran que las órdenes ejecutivas firmadas por Biden que buscan revertir la dura política migratoria del ex Presidente Trump están motivando esta nueva “oleada” de migrantes que están viendo una nueva oportunidad para ingresar a Estados Unidos. Info, Prensa Méxicana