Ciudad de México, 5 ago (EFE).- Hacer la música en la que creen y poner su personalidad en ella ha hecho que la agrupación de regional mexicano Diferente Nivel sea considerada por sus seguidores una banda pionera en la transformación del género.
“Nosotros hacemos lo que nos gusta, es la gente (el público) la que se ha ido encargando de decir que estamos renovando el regional sin nosotros saber que lo estamos haciendo”, dice a Efe el vocalista, Arturo Balderas.
Los primeros indicios de esta nueva vida al género comienzan desde la parte visual.
“A los escenarios vamos cómodos de ropa, no con un traje en específico”, dice Juan Lugo, quien toca el bajo sexto, haciendo alusión al tradicional traje que utilizan los integrantes de música de banda.
Pero no todo queda ahí, las temáticas de sus canciones, la experimentación de ritmos e instrumentos que tocan en ellas y las historias que presentan en sus videos musicales, enmarcan en su totalidad a una nueva generación de músicos menores de 24 años que comenzaron sus sueños siete años atrás.
“Teníamos un grupo donde estábamos Juan y yo y otros dos integrantes”, cuenta el acordeonista Federico Alonso, “era como un hobby, nos contrataban y tocábamos por 500 pesos (25 dólares), hasta que un día nos quedamos sin vocalista”, cuenta.
Luego de que cinco cantantes pasaron por el grupo, llegó a ellos por medio de una audición de Whatsapp, Arturo, quien tenía intenciones de escribir canciones para la banda de su primo Juan.
“Les dije que teníamos que hacer nuestros propios temas, grabamos y la primera canción en una semana tuvo 30.000 reproducciones, nos motivó demasiado y la segunda canción llegó a los 100.000 en la primera semana”, relata Arturo.
Dicho éxito los motivó a mejorar su sonido, pero sobre todo los hizo sentir especiales. “Nosotros ya llegábamos a nuestro pueblo (la ciudad de Ls Mochis, estado de Sinaloa) en alfombra roja, íbamos levitando”, recuerda entre risas y emoción Arturo.
A unos años de ese acontecimiento y una trayectoria de cinco discos, Diferente Nivel se sumó a la disquer Sony como parte de las nuevas promesas a los que apuesta la empresa y su último disco de estudio muestra toda su maduración y su “ADN”.
LA ESENCIA
Del charleston a balada, el material discográfico “ADN” da cuenta de la versatilidad y el poco temor que la agrupación tiene cuando se trata de mostrar su personalidad.
“Es un disco muy impredecible, tiene desde una canción romántica a un ‘corridón’, un ‘cortavenas’, o una bailable. Dejamos la esencia de cada uno de nosotros y por eso se llama así”, dice Arturo.
El disco conformado por 12 canciones se grabó en dos partes, y una de las dificultades que enfrentaron fue el coronavirus, pues se contagiaron de la enfermedad mientras grababan las últimas tres canciones en su visita a la Ciudad de México.
“En esos tres temas se nos escucha medio raspada la voz”, bromea Juan sobre la forma en la que la pandemia “afectó” al disco.
Sonidos de guitarras clásicas con requintos españoles, violines, mezclas de mariachis con corridos, la adhesión de un tololoche (un tipo de contrabajo usado en México) y figuras rítmicas atípicas en el género, enmarcan dicha producción.
A todo esto se suma el video de “Aquí sigo”, un trabajo muy distante a los videos de lujos y mujeres guapas que abundan en el regional mexicano, que cuenta una trágica historia de amor, guerra y pérdida.
“Cada vez que escribimos una canción ya estamos creando el video oficial en nuestra cabeza. En esta ocasión nos basamos en la Segunda Guerra Mundial, es un ‘chavo’ (joven) que no quiere ir a pelear pero que desgraciadamente no vuelve, como pasó con muchos”, dice Arturo.
La pieza fue protagonizada por el vocalista pero cuenta con las actuaciones de los demás músicos de la banda también conformada por el baterista Carlos Arce y el bajista Abraham León y este es el primero de varios materiales audiovisuales que presentarán en lo que resta del año. Info, Prensa Mexicana