Después de lo hecho por el basquetbolista esloveno Luka Doncic el jueves pasado (41 puntos) parecía imposible que el segundo partido, de los dos que realizó la NBA en México este año, pudiera ser igual de emocionante que el primero. Contra todo pronóstico, Spurs y Suns lo consiguieron, finalizando con victoria para los texanos por 121-119 sobre los de Arizona.
Fue ensordecedor el ruido de la gente en el cuarto periodo. Ya nadie estaba sentado en su lugar y no era para menos, la franquicia de San Antonio y la de Phoenix se entregaron como si estuvieran disputando las Finales de la NBA, dejando todo lo que tenían en la duela de la Arena Ciudad de México.
Los Spurs, que habían estado en desventaja durante la mayor parte del compromiso, vinieron de atrás y lograron emparejar las acciones, gracias a los triples de Patty Mills y las coladas de DeMar DeRozan.
Uno de los momentos más emocionantes de la tarde, llegó a pocos segundos de que terminara el tiempo regular. San Antonio tenía tres puntos de ventaja y como si fuera un final de alguna película estadounidense, Kelly Oubre Jr anotó el triple que necesitaba su equipo para empatar. El público explotó en júbilo porque el encuentro se definiría en tiempos extra.
Las emociones no quedaron ahí, todo lo contrario, empecinados en la victoria, ninguno de los dos equipos cedió alguna ventaja. Uno anotaba y el otro también, la diferencia estuvo en que Patty Mills anotó un triple en la última posesión de San Antonio y Aron Baynes lo falló.
El trigésimo juego de la NBA en México entre los Suns de Phoenix y los Spurs de San Antonio será recordado como uno de los más emocionantes, si no es que el más alucinante de todos.