Madrid, 19 abr (EFE) .- El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, solicita a Estados Unidos y a México, abrir los mercados a su país para acabar con los masivos movimientos migratorios y acometer ese problema con “cambios estructurales”, que ataquen la base de las situaciones que viven miles de familias centroamericanas y que son la principal causa para que decidan abandonar sus países.
“La migración la tenemos que atender entre Estados Unidos, México y Guatemala. Y se tiene que hacer estructuralmente, no podemos seguir el ritmo que se lleva con asistencias que no han servido para mucho, que al final no le llegan a la comunidad, no hace que la gente produzca más, no se le abren los mercados”, dijo Giammattei en una entrevista con EFE en Madrid.
El mandatario guatemalteco, que el próximo miércoles participará en la Cumbre Iberoamericana de Andorra, defendió la postura de su país sobre el problema migratorio, un concepto “que el anterior Gobierno de Estados Unidos no supo entender”, pero que está abordando con la administración actual de Joe Biden con una mejor acogida.
“La migración se da porque la gente no tiene salud, educación, seguridad, vivienda o trabajo. La gente no migra hacia allá para ir a visitar a Mickey Mouse, va porque tiene que cubrir sus necesidades, por lo tanto lo que hay que atender son las causas estructurales de la migración”, declaró Giammattei.
El Gobierno de Guatemala ha elevado al Ejecutivo estadounidense una serie de propuestas, que se basan en la construcción de los “muros de prosperidad”, y no muros físicos “como el que levantó Donald Trump que no ha servido de nada, porque la gente por necesidad sigue pasando como sea. Con un muro de prosperidad sería más fácil detener la migración, y eso significa que nos abran los mercados”.
Con eso, dijo Giammattei, en un año el país centroamericano podría “generar 100.000 plazas de trabajo solo en prendas de vestir que se irían para los Estados Unidos.”
“Les hemos dicho que para qué producir todos los trajes de bioseguridad en China, cuando se pueden producir en Guatemala que estamos a poco más de dos horas de Miami, y que pueden llegar muy fácilmente y mucho más barato”.
“Si logramos generar 500.000 empleos en los próximos dos años serían 2,5 millones de personas que no migrarían”, subrayó.
LA REUNIFICACIÓN FAMILIAR LEGAL Y LOS TRABAJADORES DEL CAMPO
Otras medidas propuestas a la administración estadounidense es la manera de tratar el proceso de reunificación familiar de forma legal: “en lugar de que la gente se vaya a buscar a sus parientes hemos propuesto abrir una sección consular en Guatemala para que la gente vaya ahí y el Gobierno de Estados Unidos analice que efectivamente es familia”.
“También tenemos convenio con ellos para las visas para los trabajadores del campo agrícola y los de la construcción. El año pasado a duras penas se fueron 3.400 trabajadores regulares, en un mercado que está pidiendo a gritos que la gente trabaje en el campo”, indicó Giammattei.
El ejemplo que toma el Gobierno de Guatemala es de los 12.000 guatemaltecos que cada año van a Canadá a trabajar temporalmente y después regresan a su país: “y si lo hacen bien al año siguiente se los vuelven a llevar”.
“Canadá quiere ampliarlo hasta 30.000 trabajadores, y si eso lo logramos, ese mismo mecanismo se puede conseguir con Estados Unidos, solo hay que empezar a cambiar los procesos burocráticos que tienen, porque conseguir la visa es un año y los contratadores se cansan de esperar”, aseveró el mandatario guatemalteco.
“Hay que llegar a acuerdos, entrándole a la raíz del problema”, insistió, porque “levantar muros o aumentar la policía no lo resuelve. Estados Unidos se está gastando 60 millones de dólares a la semana en atender a la gente que está en los centros de migración, cuando ese dinero se podría invertir en lograr producción si se nos abre el mercado para el hilo o el aguacate, que entra de contrabando por México”.
UNA ZONA ESPECIAL ECONÓMICA CON MÉXICO
Precisamente a ese país, Guatemala ha propuesto la construcción del área fronteriza de una zona especial económica, de libre comercio, que podría tener hasta 1.200 kilómetros cuadrados, “en donde los productos que se generen allí, puedan entrar sin impuestos ya sea en el NAFTA (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte) o en el CAFTA (entre Centroamérica y Estados Unidos)”.
Giammattei confía en que la visita que realizará a México en mayo, invitado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pueda sentar las bases para una mejor relación.
“México es nuestro vecino, pero de todo el mercado lo que exportamos allí solo representa el 4 por ciento y es un país grande y con mucha gente al que podemos suplir muy bien de muchas cosas. Creemos que la mejor manera de contribuir de al problema de la migración es que nos ayuden a hacer que ese porcentaje crezca. Este es el momento para ese diálogo constructivo”, consideró. Info, Prensa Mexicana
Alida Juliani