Madrid, 24 abr (EFE).- El Betis empató a cero en el estadio Alfredo di Stéfano contra el Real Madrid en un encuentro en el que los del chileno Manuel Pellegrini volvieron a hacer gala de su fútbol combinativo que sostenido por el argentino Guido Carrillo y el mexicano Andrés Guardado en el centro del campo.
Los dos fueron los que equilibraron el centro del campo del equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, formando una dupla que se complementa a la perfección. Guido se destacó por su presencia defensiva, mientras que Guardado fue el enlace para encontrar a Sergio Canales, el faro, en las arriesgadas y efectivas salidas de balón.
El argentino fue un muro en el uno contra uno de los atacantes madridistas. Su presencia sobre el terreno de juego y sus largas piernas para el robo equilibraron a los suyos, además de estar atento para incrustarse entre los centrales, tanto en fase defensiva como en la salida de balón, donde Guido ha crecido esta temporada con una gran precisión en el pase en corto.
Además, dispuso de una gran oportunidad en el minuto 60 desbordando a Varane y Militao para internarse en el área, pero el disparo le salió flojo y centrado desperdiciando así la oportunidad de completar su gran partido con gol.
Guardado, no exento de las labores defensivas sobre todo cubriendo la espalda de Juan Miranda en el costado izquierdo, volvió a demostrar que su presencia sobre el terreno de juego mejora el juego del Betis. Y más este sábado en el que el francés Nabil Fekir no pudo estar disponible tras su expulsión contra el Athletic de Bilbao.
No contaba apenas a principio de temporada, pero en este 2021 con solo dos derrotas en Liga de los verdiblancos -contra Barcelona y Sevilla- revirtió la situación y cogió vuelo en la temporada. Llevaba un mes sin ser titular por no estar físicamente al 100%, y su equipo no pudo ganar en ninguno de los cuatro partidos.
El empate contra el Real Madrid dejó también buenas sensaciones de su compatriota Diego Lainez. En su vigesimoprimer encuentro de la temporada, el mexicano fue el que aportó chispa diferente en un encuentro más bien plano por las largas posesiones, sobre todo en la primera mitad.
Siempre mirando hacia adelante, con conducciones, recortes y un caño a un especialista defensivo como Casemiro. Además, demostró su crecimiento en el aspecto físico usando el cuerpo para defender el balón. A los 20 años, el menudo extremo de Villahermosa empieza a cumplir con las grandes expectativas que han rodeado siempre su figura. Info, Prensa Mexicana