Washington, 21 sep (EFE News).- Los miles de inmigrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos reciben una asistencia médica deficiente por parte del personal, que da poca importancia a los intentos de suicidios, según un informe presentado este lunes en el Congreso.
Las representantes demócratas Kathleen Rice, de Nueva York; Bonnie Watson Coleman, de Nueva Jersey, y Nannette Barragán, de California, todas integrantes del Comité de Seguridad Nacional en la Cámara de Representantes, participaron hoy en un foro en el cual se divulgó el informe elaborado tras un año de investigaciones sobre los centros de detención del ICE.
En el curso de su investigación, el personal legislativo visitó ocho centros de detención de ICE y habló con más de 400 detenidos.
Cuando comenzó la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos hace ocho meses, el ICE tenía más de 32.000 hombres, mujeres y niños en diversos centros de detención a la espera de las audiencias sobre su posible deportación. Actualmente el ICE tiene bajo su custodia unas 21.000 personas.
Los centros de detención “no han cumplido las normas básicas de cuidado de la salud”, afirmó el informe, que menciona el uso de la segregación como una amenaza para los detenidos y la falta de acceso a servicios de traducción y de asesoramiento legal.
El Comité encontró que el ICE y sus contratistas privados a menudo han mostrado indiferencia en lo que concierne al cuidado de la salud mental y física de los inmigrantes confinados.
“El Comité encontró a varios miembros del personal empleado en los centros de detención que minimizaban la gravedad de los intentos de suicidio, como asimismo evidencias de la falta de tratamiento para las condiciones médicas de los detenidos”, indicó el informe.
Los inmigrantes entrevistados dieron cuenta de que, a menudo, los guardias del ICE usaban la segregación para amenazar o como represalia contra detenidos por la presentación de muchos pedidos de cuidado médico, o por su participación en una huelga de hambre.
El informe añadió que en 2019 hubo al menos tres inspecciones en el Centro Correccional del Condado Cibola, en Nuevo México, que encontraron problemas graves en el cuidado de la salud, incluidos cientos de pedidos de asistencia sin respuesta.
Asimismo señaló que “los programas de supervisión que aplica el ICE son demasiado amplios, demasiado infrecuentes y anunciados con antelación”. Por ejemplo, el personal legislativo que visitó un sitio de detención en Adelanto (California) encontró que las instalaciones olían a pintura fresca, y un guardia reconoció que el área “había sido pintada recientemente”.
“Los contratistas del ICE están mal equipados para llevar a cabo inspecciones de una manera que identifique exitosamente las deficiencias, (y) el Departamento de Seguridad Nacional tiene pocos mecanismos para aplicar las correcciones, y aplica esos mecanismos rara vez”, agregó.
Aunque con algunas excepciones los investigadores encontraron que las instalaciones del ICE estaban “en general limpias”, pero los detenidos frecuentemente padecen deficiente cuidado médico, dental y de salud mental.
El informe de 23 páginas concluyó que el ICE “no hace lo suficiente para cumplir con sus propias normas de confinamiento”.
“Las violaciones repetidas de las normas de cuidado médico en Adelanto, y la falta de una acción inmediata del ICE para remediar las pésimas condiciones en Cibola son prueba evidente de ello. La revisión de las condiciones en las instalaciones del ICE también revelaron problemas continuos en cuanto a limpieza”, agregó.
“La propagación de la COVID-10 ha realzado aun más cómo las omisiones en el cumplimiento de esas normas del cuidado de la salud son un asunto de vida o muerte. Desafortunadamente, durante la revisión hecha por el Comité, quedó en evidencia que el ICE prioriza la obtención de espacio para camas más que el bienestar de los detenidos”, puntualizó. Info, Prensa Mexicana