Nueva York, 17 mar (EFE News).- Un grupo de inmigrantes, entre ellos trabajadores esenciales, marcharon este miércoles en Nueva York hasta la casa del fundador de Amazon, Jeff Bezos, al que acusan de lucrar con sus esfuerzos, y reclamaron que la legislatura estatal apruebe un paquete de medidas, incluyendo un impuesto a los más ricos para crear un fondo de 3.500 millones de dólares para los excluidos del estímulo económico del Gobierno federal.
Entre las propuestas que buscan se incluyan en el próximo presupuesto del estado, que debe estar aprobado antes del 1 de abril, está la Ley Héroe, que garantizaría se proporcione a los trabajadores equipo de protección personal, distanciamiento social, desinfección y controles de ingeniería en sus centros de empleo.
Armados con cacerolas y letreros con mensajes como “Queremos igualdad, también somos humanos”, “Soy empleada doméstica, mi trabajo no puede hacerse por zoom” o “También contamos, ayuda para trabajadores indocumentados”, los manifestantes recorrieron varias calles desde una iglesia en el Bajo Manhattan donde una veintena de ellos pernoctaron tras declararse en huelga de hambre en apoyo a sus reclamos.
Frente al hogar del multimillonario Bezos guardaron un minuto de silencio por los muertos por la covid-19 en Nueva York, y colocaron velas y flores frente a la entrada del edificio, así como hojas sueltas con una secuencia de fechas que mostraban cómo iban aumentando las víctimas de la enfermedad en el estado.
Durante el auge de la pandemia trabajadores de Amazon, con apoyo de organizaciones como Se Hace Camino Nueva York, denunciaron la falta de medidas de prevención para protegerlos, lo que desembocó en el despido de un empleado, que demandó posteriormente a la empresa.
En febrero de este año la Fiscalía General del estado demandó a Amazon por negligencia en la protección de sus trabajadores y por adoptar represalias contra los que expresaron su preocupación.
La Ley Héroe, que ya aprobó el Senado estatal y la próxima semana pasa a la Asamblea, evitaría que se repitan situaciones como esas, de acuerdo con trabajadores como Yariana, empleada de una tintorería.
Los trabajadores iniciaron ayer la campaña “Ayuno por los olvidados” en la que unos veinte, entre ellos María Sierra, una vendedora ambulante, iniciaron una huelga de hambre que mantendrán “hasta que el cuerpo aguante” y sus reclamos sean escuchados.
Los inmigrantes pernoctan en una iglesia episcopal de Manhattan y mantendrán la campaña hasta el 1 de abril, cuando, por mandato constitucional, debe estar ya aprobado el presupuesto.
El estado de California ha aprobado ayuda para los indocumentados impactados por la pandemia.
“Hace un año estamos sin beneficio de nada, desempleados y queremos 3.500 millones de dólares para los excluidos” de la ayuda del Congreso por su estatus legal, pese a que pagan impuestos, dijo a Efe la mexicana Sixta León, que limpiaba casas antes de la pandemia.
Elizabeth Santos, que también limpiaba casas, señaló que la situación en su hogar es difícil ya que su esposo también perdió el trabajo por la pandemia y tienen un niño. Al igual que su compatriota también ha dependido de los suministros que recibe de una iglesia.
Un poco más de medio millón de inmigrantes indocumentados viven en la ciudad de Nueva York, según un informe de la Oficina de Oportunidades Económicas de la Alcaldía publicado en febrero.
Igualmente, los inmigrantes reclaman que se apruebe el proyecto que ampliaría la cobertura médica para incluir a inmigrantes impactados por la pandemia.
En febrero pasado, la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, demandó a Amazon por no tomar medidas suficientes para proteger a sus trabajadores, especialmente durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus.
“A lo largo de esta histórica pandemia, Amazon ha fallado repetidamente en el cumplimento de sus obligaciones para instituir medidas razonables y adecuadas de protección de sus trabajadores y evitar la extensión del virus en sus instalaciones en la ciudad de Nueva York”, indicó James en su demanda presentada ante el Tribunal Supremo del estado.
Amazon argumentaba que James que no tiene competencias para forzarla a tomar medidas que refuercen la protección de los trabajadores, ya que se rige por leyes federales.
Y en diciembre de 2020, decenas de activistas se manifestaron frente al lujoso apartamento de Bezos en la Quinta Avenida de Nueva York para protestar contra las prácticas monopolistas y laborales de Amazon, que en su opinión han aumentado la fortuna del magnate mientras los pequeños negocios se han visto obligado a cerrar por la pandemia. Info, Prensa Mexicana