Ciudad de Guatemala, 21 may (EFE).- “Nos queremos vivas” es el nuevo sencillo de la guatemalteca Rebeca Lane, poeta, cantante de hiphop y referente feminista en Latinoamérica, donde sus letras navegan con la fuerza de la protesta y del reconocimiento de niñas y mujeres en resistencia.
En el jardín de su casa en Ciudad de Guatemala, con Elvis en brazos, un perro salchicha de tres meses de edad, la artista repasó para Efe la represión que vive Guatemala impulsada por el Gobierno en plena pandemia, su anhelo de socializar y volver a los escenarios y la exaltación de la lucha feminista a través de sus letras.
Ese sentimiento de impotencia, pero de apoyo entre mujeres para denunciar y acuerparse entre sí, la sororidad, “es lo que yo estoy canalizando en las canciones, ¿por qué dónde más?”, esgrime Lane una entrevista con Efe.
“Siento que es valioso poder utilizar la música y el audiovisual como una forma de recuperar y de dejar un rastro de la memoria de lo que este momento histórico significa para las mujeres”, sostiene.
“NOS QUEREMOS VIVAS”
La nueva canción de la cantautora, “Nos queremos vivas”, cuyo video fue grabado en una estación de trenes sin uso, producido y actuado prácticamente solo por mujeres, pone en la palestra la violencia machista y los feminicidios a la alza que se han registrado en Guatemala.
“¡Nos queremos vivas. Otro feminicidio en las noticias. Nos queremos vivas. No daremos paz hasta que haya justicia. Donde otras sembraron semillas hoy me han nacido flores. Tengo un jardín en el pecho donde cultivo todos mis amores!”, canta Lane, de 36 años.
Del video musical sobresale una imagen de unas bicicletas sin niñas, referencia de una protesta en febrero pasado en Guatemala por varias menores en repudio al asesinato de la niña Sharon Figueroa Arriaza (8), secuestrada en su casa cuando jugaba con su bicicleta, en el departamento de Petén, en el norte del país.
“Muchas amigas me decían que también les hacía llorar y creo que es esa imagen que tenemos ahora de las niñas que jugando bicicleta las han secuestrado y luego asesinado”, subraya Lane en referencia a su país, donde en promedio según cifras oficiales cada 18 horas se registra un feminicidio.
El video musical también recuerda los rostros de las miles de mujeres y hombres desaparecidas durante el conflicto armado interno ocurrido en Guatemala entre 1960 y 1996, con un saldo de 200.000 víctimas y 45.000 desapariciones forzadas, más del 93 por ciento a manos del Ejército, según informes internacionales.
De hecho, una tía de la artista fue secuestrada y desaparecida por el Ejército en 1981, cuando tenía 24 años: la poeta Rebeca Eunice Vargas Braghiroly, cuyo nombre fue puesto a la cantautora en su honor al nacer en 1984.
Con ocho años de carrera como solista, seis discos lanzados y varias giras por España y Europa a sus espaldas, Lane guarda nostalgia por volver a los escenarios, con su gente, su espacio y a esa dinámica “integral” y “comunitaria” que aplasta “la estigmatización gubernamental”.
REINA DEL CAOS
El sonido de Rebeca Lane ha tenido eco en los últimos años en diversas protestas alrededor del mundo. La más reciente, en Colombia, durante las movilizaciones que empezaron el 28 abril y que han dejado al menos 43 homicidios por la brutalidad policial y en las que “las mujeres en lo particular están viviendo violencia sexual por parte de las fuerzas armadas”, señala la guatemalteca.
“Me mandan un video donde ponen “Reina del caos” -canción lanzada en 2016- de fondo en México, en Francia, en Viena (Austria), de grupos de mujeres latinoamericanas que están allá haciendo movilizaciones; aquí en Guatemala, en Costa Rica o El Salvador y entonces ves que de fondo están poniendo nuestra música y es realmente impresionante”, asiente.
Esa brutalidad policial ha sido la constante en la región, donde los Gobiernos, dice Lane, “aprovecharon la necesidad que había de distanciamiento social y de ciertas medidas que son necesarias para la contención de la pandemia, pero aprovecharon para militarizar más”. Info, Prensa Mexicana
Emiliano Castro Sáenz