Cancún (México), 7 oct (EFE).- La zona hotelera de Cancún, polo turístico por excelencia de México, no sucumbió a los estragos del huracán Delta, que impactó este miércoles la Península de Yucatán.
Tras la furiosa tempestad vino la calma y ya por la tarde de este día habitantes y turistas paseaban por las calles de la concurrida zona, observando los daños menores, como árboles caídos, que ha dejado Delta a su paso.
Lo que se esperaba como el fenómeno meteorológico más potente de los últimos 15 años acabó, afortunadamente, en un huracán de categoría 2, cuyas mayores consecuencias fueron cientos de árboles caídos, postes de luz dañados, cortes de energía eléctrica y algunos encharcamientos, según declaró el gobernador del estado mexicano de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, a donde impactó “Delta” este miércoles a las 5:45 horas (10.45 GMT).
El paso del huracán Delta no ha dejado víctimas mortales ni heridos, según el saldo preliminar dado a conocer este miércoles por el gobernador de la región, Carlos Joaquín González.
“Esto nada más nos ‘despeinó’. Ahora lo qué hay que hacer es limpiar, barrer, recoger árboles y reparar los materiales rotos. Esto no significa que vamos a cerrar el destino, para nada. Cancún sigue de pie”, afirmó categóricamente a Efe, Roberto Cintrón, director de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres.
El pronóstico es compartido tanto por autoridades, turistas y residentes de la entidad: “nos salvamos”.
Los árboles caídos de la zona hotelera de Cancún se ha convertido en una suerte de atractivo turístico.
Decenas de viajeros y pobladores locales pasean por el Boulevard Kukulkán, tomando fotos de árboles y postes dañados, así como de embarcaciones pequeñas sumergidas. Hay, incluso, gente haciendo ejercicio al aire libre y quienes pasean a sus mascotas. Lucen despreocupados.
“Nos salvamos. Esperaba un poquito más de caos, la verdad. Nunca me había tocado un huracán, pero no fue tan alarmante como lo pintaba la gente local de aquí”, dijo Verónica Martínez, originaria de Tamaulipas, de 29 años, fotógrafa de profesión, residente de Cancún y quien ya paseaba por la zona hotelera.
Michelle Bernard, turista francesa, caminaba por el Boulevard Kulkulkán, que atraviesa la zona de hoteles, para tomar fotografías.
“Hubo mucho viento, pero no estuvo tan mal, sólo eso”, dijo la vacacionista.
De los poco más de 40.000 turistas que se encontraban en la zona norte de Quintana Roo, permanecen unos 35.000, según cálculos de Cintrón.
“Los turistas ya están regresando a los hoteles, les estamos dando servicio. De los que había en el estado, un 10 o 15 % logró cambiar su salida anticipadamente, pero nos quedamos con 32 o 35 mil turistas, que van a regresar a sus hoteles”, dijo el líder del gremio hotelero.
Locales comerciales y hoteles sufrieron apenas daños, sobre todo en instalaciones externas y mobiliario urbano.
“Mira, está intacta, no le pasó absolutamente nada, salvo una manta que estaba ahí”, dice Guillermo del Rosario, señalando una de las plazas más visitadas de la zona hotelera, de la que es dueño.
A diferencia de los huracanes Gilberto y Wilma, ocurridos en 1988 y 2005, respectivamente, en esta ocasión los arenales se mantuvieron casi intactos. Incluso, ya hay algunos turistass recorriendo las playas.
En las zonas más marginadas y vulnerables de Cancún, en las colonias del extremo norte, situadas entre el mar y zonas de manglar y lagunas, sólo se produjeron algunas inundaciones menores.
En el poniente de la ciudad, donde se encuentran los barrios más pobres y peligrosos hubo al menos tres saqueos a establecimientos de venta de víveres, según constató Efe en un recorrido por la zona, pero sin daños materiales mayores a casas o unidades habitacionales.
Por otro lado, desde tempranas horas del día, vecinos de colonias del centro y oriente de la ciudad salieron de sus casas, con machetes y serruchos en mano, para cortar y levantar los árboles que obstruyen calles y avenidas.
Precisamente la caída de árboles y los vientos del meteoro ocasionaron afectaciones a las instalaciones eléctricas, en total a 266.000 usuarios, lo cual representan el 33 % del total de usuarios en esta región, informó la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El Gobierno mexicano desalojó a 39.290 personas y desplegó a más de 10.000 autoridades civiles y militares en la península de Yucatán, en el sureste del país, por el huracán Delta, que tocó tierra este miércoles como categoría 2. Info, Prensa Mexicana