Los Ángeles, 12 may (EFE).- Las gemelas María Teresa y María Isabel Eguino, integrantes del dúo Las Marías, han usado su música para denunciar el drama que viven los inmigrantes en Estados Unidos, e incluso se atrevieron a reclamarle a “la migra” el daño causado a su familia al cantar en televisión nacional su tema “De La Finikera”.
Con apenas 21 años, Las Marías ya tienen en su haber cinco álbumes que las han convertido en referente del regional mexicano en Arizona. Ello las llevó a ser elegidas para representar a ese estado en el nuevo programa de NBC “American Song Contest”, basado en un reconocido concurso europeo.
Las Marías se lanzaron a la aventura dispuestas a cantar “De la Finikera”, el primer tema del que será su sexto álbum. Pero el camino para interpretar en español el tema, en el que denuncian el dolor que causaron las autoridades de inmigración a su familia, no fue fácil.
“Nos pedían que la canción había que cantarla en inglés, pero yo sentía que iba a perder la esencia de lo que son Las Marías y lo que estamos representando”, cuenta a Efe María Teresa.
El dúo explica que aunque tuvieron la opción de interpretar una canción de mariachi o una balada en inglés, no podían “traicionarse” y dejar de abordar un tema importante para su comunidad y para ellas.
MOMENTO DOLOROSO
Las Marías subieron al escenario con un vestuario colorido para contar con su música uno de los momentos más tristes de su vida: la deportación de su padre, Raúl Eguino.
Oriundos de Sinaloa, México, sus padres cruzaron la frontera sur de Estados Unidos de forma indocumentada en la década de 1990 en busca de un futuro mejor. Primero vivieron en California y luego se radicaron en Phoenix (Arizona), donde nacieron sus hijos y echaron a andar un próspero negocio de comida.
Fue precisamente en uno de los tres restaurantes de la familia donde las gemelas debutaron en un escenario con un corrido de El Potro de Sinaloa con tan solo ocho años.
Pero la felicidad de la familia terminó en 2008 cuando su padre tuvo que presentarse a una cita anual con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). “Él se fue y no volvió”, recuerda María Isabel.
Ese mismo día murió en México la abuela materna de las gemelas. Su madre, también indocumentada, no pudo viajar para asistir al funeral. Fueron días de caos que ellas no entendían.
Ante la situación la familia se vio obligada a perder años de esfuerzos en Phoenix e instalarse en Nogales, Sonora (México), donde enfrentaron retos difíciles. “Nosotras éramos pochas de a tiro, no hablábamos español”, recuerda María Teresa.
Las gemelas tuvieron que pasar todos los días a estudiar a Nogales, Arizona. El hermano mayor se quedó en Phoenix para no perder una beca que había ganado.
“De la noche a la mañana nos tocó madurar porque de la frontera para acá ya no había nadie que abogara por nosotras”, relata María Teresa.
De ese tiempo recuerdan que tuvieron que inventar excusas en la escuela sobre la situación de su familia después de que una de sus compañeras cuestionara la razón por la que su padre había sido deportado.
“Dentro de su inocencia de niña me dijo que mi papá debía ser un criminal porque lo deportaron. Eso me marcó mucho”, señala María Isabel.
Las artistas saben que esta dura experiencia la han vivido cientos de miles de hijos de inmigrantes. Por eso han querido convertirse en una voz fuerte que cuente este dolor y esa frustración.
DE LA FINIKERA
Impulsadas por ese deseo subieron al escenario para decirle al mundo: “Varias experiencias nos han hecho fuertes. Maldita la migra, se llevó al jefe. Nunca te imaginas cuánto duele lo que tienes hasta que lo pierdes”.
El nuevo tema también les ha servido para explorar su vivencia como hijas de inmigrantes nacidas en Estados Unidos. Precisamente bautizaron el tema con la palabra “Finikera”, argot usado entre los mexicoestadounidenses residentes en Arizona para referirse a Phoenix.
María Isabel asegura que el tema refleja también esa falta de pertenencia que experimentan los hijos de inmigrantes deportados que han tenido que ir tras sus padres. “No somos de Nogales, Sonora, ni de Nogales, Arizona, ni de Phoenix, ni de aquí ni de allá”, resume.
La música le ha servido al dúo para canalizar el “enojo” que sienten con Estados Unidos por deportar a su padre. “Al final nos terminaron corriendo a nosotras también”, cuenta María Teresa.
Sin embargo, Las Marías encontraron en esa experiencia algo positivo: “Conocer nuestra música mexicana”, dicen simultáneamente.
Esta travesía también les ha enseñado a defender su comunidad. Ellas lo hacen a través del regional mexicano, y esperan que otros exponentes del género también lo hagan. “Como los Tigres del Norte incluyeron la inmigración en sus temas otros exponentes debemos seguir el ejemplo”, comenta María Teresa.
Aunque no se llevaron el primer lugar del concurso que finalizó esta semana, las gemelas aseguran que ganaron mucho al poder llevar a una plataforma nacional el sufrimiento que enfrentan los indocumentados y sus hijos.
“Ese es nuestro mejor premio”, concluyeron.
PrensaMexicana