Ciudad de México, 14 ene (EFE).- Las decenas de migrantes muertos en accidentes viales en los últimos años en México y los miles interceptados cuando viajaban hacinados en remolques visibilizan la imposibilidad de controlar el flujo migratorio y reflejan el peligro que entraña la ruta migratoria hacia Estados Unidos.
En diciembre pasado un total de 56 migrantes fallecieron al volcar el camión en el que viajaban hacinados en una carretera del sureño estado mexicano de Chiapas.
Mientras que esta semana, cuando aún continúan las labores de repatriación de cadáveres de este trágico accidente vial, otros 38 migrantes resultaron lesionados en un accidente en Veracruz, en el oriente de México.
Estos casos reflejan la tragedia que esconde la ola migratoria que azota México y que se ha cobrado multitud de vidas en los últimos años. Solo desde finales de 2018 a la fecha, cuando comenzaron las caravanas migrantes, se contabilizan decenas de fallecidos en accidente parecidos.
“El paso por las carreteras se ha vuelto muy peligroso para los migrantes, pero el riesgo es igual que quedarse en sus países con violencia, grupos de maras (pandillas), inseguridad y sin empleo”, dijo este viernes a Efe Eduardo González, profesor del Instituto Tecnológico de Monterrey y especialista en migración.
Estos son solo algunos motivos por los que muchos migrantes, según González, dejan atrás sus realidades y ponen en riesgo sus vidas para llegar a Estados Unidos, a menudo adquiriendo deudas estratosféricas e incluso perdiendo la vida en el camino.
“Buscan rutas seguras o menos peligrosas y por ello se ven obligados a trasladarse en tráilers o cabinas falsas. O en rutas más alejadas, donde suelen ser víctimas no solo de polleros (traficantes de personas) sino del crimen organizado”, lamentó.
NO ES ALGO NUEVO
México es una ruta casi indispensable para los migrantes que buscan alcanzar desde Centroamérica el llamado sueño americano.
Actualmente, la región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre pasado.
Aunque los indocumentados también han utilizado desde hace décadas vías marítimas y el ferrocarril, como el tren conocido como La Bestia, el cruce ilegal del territorio mexicano por carretera, un procedimiento que se emplea en el 86 % de los casos, “se hace evidente” cuando se produce un accidente”, afirmó Leticia Calderón, doctora en Ciencias Sociales y experta en migración.
“Está documentado. Lo han sabido otros gobiernos y lo sabe el Gobierno actual. Esto habla de corrupción desde el propio Estado”, comentó.
Lo grave, dijo, es que muchos migrantes han encontrado la muerte en su intento por buscar una mejor vida.
Según documentos del Gobierno, entre 2014 y julio de 2019 se identificaron las muertes de 1.270 de estos flujos de migrantes en Estados Unidos, la mayoría en la frontera con México, otros 662 en territorio mexicano y 66 en el norte de Centroamérica, lo que supone que un promedio de 30 mueren mensualmente en su tránsito al país vecino.
Pero la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cifró en al menos 3.575 las muertes ocurridas en la frontera entre México y Estados Unidos, un número superior al del Gobierno.
DOBLE DISCURSO
Para Eduardo González, el aumento de la migración es resultado de un doble discurso del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien “por un lado, busca cumplir con el acuerdo con el expresidente (de EEUU) Donald Trump y, por el otro, da libertad a que los migrantes sigan avanzando hacia Estados Unidos”.
En diciembre pasado, el Instituto Nacional de Migración (INM), informó que entre 2019 y 2021 efectuó 502 “rescates masivos” en los que se auxilió a 42.692 extranjeros de diferentes nacionalidades.
Para Ana Saiz, directora de la ONG Sin Fronteras, estos flujos migratorios se mantendrán mientras las economías de los países se sigan beneficiando de las remesas, y recordó que “se han cerrado vías regulares de migración”, como la exigencia de una visa a los venezolanos para estar en México..
La activista recalcó que las políticas migratorias han estado sustentadas hasta ahora en el miedo, la discriminación y no tienen en cuenta los derechos humanos, y aseguró que pese a las tragedias, las autoridades reaccionan cuando hay un accidente, pero “no vemos qué hay detrás del delito”. Cristina Sánchez Reyes
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