Washington, 7 julio (EFE News).- Los latinos e indios que viven a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México tienen una expectativa de vida unos dos años más breve que sus pares en otras partes del país, según un estudio que publica Journal of Health Affairs.
“Uno de cada siete habitantes de Estados Unidos es un inmigrante, y unos 15 millones de personas viven a menos de 160 kilómetros de la frontera de EE.UU con México”, escribió el editor jefe de la revista Alan R. Weil.
“Hay disparidades en la condición de salud entre las personas nacidas en Estados Unidos y aquellas que han inmigrado”, añadió.
Uno de los estudios, encabezado por Keith Gennuso, calculó que los residentes afroamericanos, blancos y asiáticos en los condados fronterizos tienen vidas más largas que sus contrapartes en el esto del país, pero los latinos y nativos norteamericanos en esos mismos condados tienen una expectativa de vida más baja que sus partes en el resto del país.
Por su parte, Rodrigo Domínguez y Arturo Vargas Bustamante encontraron que las personas nacidas en México que retornaron a su país, voluntariamente o deportadas, en los primeros dos años después de su regreso tenían tasas de seguro médico más bajas que otros mexicanos que nunca salieron del país.
Una investigación encabezada por C. Nicholas Cúneo encontró que el 91,2 % de las personas que llegaron a la frontera buscando asilo daban cuenta de exposición a repetidas situaciones traumáticas, en su mayor parte con amenazas de violencia, asalto sexual, y ataques contra familiares o amigos.
En 2018 el entonces presidente Donald Trump instauró una política conocida como “carga pública” por la cual se podía negar la residencia legal permanente a inmigrantes que hubieran recurrido o que, a criterio de los funcionarios de migración, pudiera recurrir en el futuro a servicios sociales.
Otro de los estudios publicados, éste encabezado por Sharon Touw, calculó que el 25 % de todos los trabajadores esenciales expuestos a riesgo de la covid-19 y miembros de sus hogares evitó los programas públicos debido a esa regla.
Esto significó que entre 1,3 millones y 2,1 millones de estos inmigrantes se abstuvieron de recurrir a cupones de alimentos o cuidados médicos subsidiados por Medicaid. Info, Prensa Mexicana