Ciudad de México, 28 jul (EFE).- El director venezolano Lorenzo Vigas volverá al Festival de Cine de Venecia, pero esta vez con la bandera de México en alto con su película “La caja”, un homenaje al país que lo convirtió en cineasta.
“Estoy feliz, no puedo negarlo y además por estar representando a México, es un regalo a un país que me dio todo”, asegura el director en entrevista con Efe este miércoles.
En 2015 Lorenzo Vigas (Venezuela, 1967) sorprendió al convertirse en el primer cineasta latinoamericano en ganar el máximo galardón de la competencia de cine en Italia con su película “Desde allá”.
Esto nunca hubiera pasado si el venezolano no hubiera tomado la decisión de dejar su país y llegar a México en busca de sus grandes metas.
“Llegué aquí hace 20 años con el sueño de convertirme en director, no había hecho nada y todo para mí ocurrió en México, aquí aprendí a hacer películas. Le debo tanto a este país que para mí era muy importante hacer una película de la que me sintiera orgulloso”, confiesa.
Lorenzo mentiría si dijera que su transitar en la industria ha sido más sencilla desde que ganó el León de Oro en 2015.
“Pasan cosas muy buenas y también cosas malas. Recibir un premio tan grande te pone mucha presión y tuve que lidiar con esa presión al hacer ‘La caja'”, asegura el director.
De tal forma que sus ganas de hacer una mejor película, que llenara no solo las expectativas propias, sino las del mundo, fue una situación con la que el cineasta tuvo que trabajar, pero que también supo sacarle provecho.
“Siento que aproveché esa presión porque me puse una exigencia enorme de calidad, de juicio crítico y de rigor para hacer ‘La caja’, espero que la gente lo vea y le guste porque estoy muy satisfecho con ella”, declara.
LA PATERNIDAD, LA IDENTIDAD Y CHIHUAHUA
“La caja” es la tercer película del director en la que explora el tema de la paternidad desde distintos lentes, algunos propios y otros prestados del “arquetipo latinoamericano de lo que es el padre”.
Vigas cuenta que viajó por todo México en busca de una locación hasta que llegó a Chihuahua, en el norte, y se disipó toda duda.
“Me di cuenta de que tenía que ser ahí por la belleza de sus paisajes, la crudeza de su realidad y lo humano de su gente, pero fue una decisión costosa, es un estado muy peligroso y necesito una logística compleja, usamos muchísimas localizaciones para aprovechar el paisaje”, dice.
La película sigue la historia de un joven que tiene que recoger los restos de su padre encontrado en una fosa común. En el camino encontrará a un hombre similar a su padre que cambiará el rumbo del adolescente.
“La idea de base era un niño desesperado por conseguir una figura paterna, ¿qué estas dispuesto a hacer en la vida para tener un padre?, ¿cómo esta relación que tuviste o no con él determina toda tu vida y las cosas que vas a hacer”, relata.
Con este filme Vigas “cree” que hace un cierre a las temáticas de la paternidad en sus películas porqueha sido un tema recurrente en su quehacer artístico, pues contrario a lo que muchos piensan, tuvo una relación muy cercana con su padre, el artista plástico Oswaldo Vigas.
“Es un tema que creo que afecta profundamente a nuestros países. En México, esa ausencia del padre en la casa. Creo que era importante tocar este tema en profundidad, no es algo que decidí, es algo que me atrapó y no me pude escapar”, explica.
VIOLENCIA Y RESPONSABILIDAD
Pero Lorenzo no solo expone la vida de un joven en busca de su padre, el director también relata las dolorosas desapariciones de las mujeres en Ciudad Juárez y la violenta realidad de las personas al norte del país.
“Como uno es sensible, uno se permea con estos temas, es inevitable, lees un periódico y todo esto se va metiendo dentro de uno, al escribir la historia estos temas salieron natural e inevitablemente”, señala.
Además, cree tener una responsabilidad como artista por retratar estas realidades y espera que se pongan en la mesa de discusión.
Lorenzo competirá con su amigo y productor Michel Franco en la competencia italiana y también con grandes personalidades del cine como Pedro Almodovar y Paolo Sorrento en el festival que se llevará a cabo del 1 al 11 de septiembre. Info, Prensa Mexicana