México, 30 oct (EFE).- Los vecinos de Chalco, en el Estado de México, apuran este viernes las últimas horas, antes de que el panteón cierre sus puertas por disposición oficial el 1 y 2 de noviembre, para limpiar las tumbas de sus seres queridos y preparar su llegada el Día de Muertos aunque no puedan estar presentes.
La señora Constantina Martínez limpia la tumba de su marido bajo el sol del mediodía después de muchos meses sin acudir al panteón de Xico Chalco por la pandemia.
“Vine a dejar unas flores, a visitar a mi marido. Tiene mucho tiempo que no vengo con toda esta epidemia y ahora me di una escapada y vine. Siempre vengo el día 2 de noviembre pero como van a cerrar no va a haber oportunidad de venir ni un ratito”, dijo a Efe.
Como ella varias personas y familias decoran y limpian las tumbas de sus familiares y seres queridos y dejarlas listas para esta fecha tan especial para todos los mexicanos.
Las noches del 1 y 2 de noviembre son el momento culminante del Día de Muertos, la festividad mexicana más universal, que fue declarada en 2008 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Según la tradición, de raíces prehispánicas, las almas de los fallecidos se unen a esta reunión para abrazar a sus seres queridos y disfrutar de la comida que les traen en esta colorida festividad.
Es por eso que Elizabeth Leandro acudió junto a su marido y todos sus hijos a arreglar el lugar donde yace su primogénito, que falleció cuando era muy pequeño.
“Mi hijo era pequeño y los recuerdos fueron pocos, pero no deja uno de sentir la nostalgia, de recordarlo en estas fechas, es lo normal en todas las personas”, explicó la mujer.
Ella coloca con sus hijos flor de cempasúchil, característica por su color anaranjado y por ser la que construye el camino que las personas fallecidas recorren el Día de Muertos para llegar al mundo de los vivos.
CON MENOS COLORES
El panteón toma un aspecto muy festivo y colorido en estas fechas cada año, y esta vez, aunque gran parte del cementerio está decorado, falta algo en este gran recinto con cientos de tumbas que se amontonan unas junto a otras.
Muchos no acudieron por miedo al contagio de coronavirus y el resto fueron llegando poco a poco, algo que percibió Sergio, vendedor de flores en la entrada del recinto desde hace alrededor de 30 años.
Después de “toda una vida” haciendo su mejor semana en estas fechas, ahora notó el descenso de visitantes y apenas pudo vender su mercancía.
“Desde que empezó esto (la pandemia) ha bajado bastante la venta para todos los que nos dedicamos al comercio y que vinimos de esto. Este año es prácticamente perdido para todos nosotros”, explicó.
Aún así, muchos de los vecinos de Chalco celebrarán sus pequeñas reuniones con las medidas sanitarias solicitadas por las autoridades y todos desean que en 2021 esta tradición vuelva a tomar fuerza para así poder reencontrarse con sus seres queridos.
“Creo que estos días los vive la gente muy a gusto aunque recordamos porque hay tristeza pero también hay amor y el amor es lo que cuenta ante nuestra tristeza”, terminó Constantina.
La semana pasada las diferentes autoridades del Valle de México, región geográfica que incluye la Ciudad de México y los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala, anunciaron el cierre de los cementerios para el Día de Muertos.
Una semana antes, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, recordó que la administración de los cementerios corresponde a los municipios y, aunque se establecieron protocolos sanitarios, no se puede decidir por parte del Gobierno federal el cierre de todos los panteones del país.
Desde la reapertura económica iniciada en junio, el Gobierno de México actualiza periódicamente un semáforo de cuatro colores (rojo, naranja, amarillo y verde) que determina el riesgo de contagios en cada uno de los 32 estados del país.
Con más de 912.000 contagios y unos 90.000 fallecidos, México es el cuarto país del mundo con más decesos desde la llegada del coronavirus SARS-CoV-2, por detrás de Estados Unidos, Brasil y la India. Info, Prensa Mexicana