México, 22 nov (EFE).- Creyentes de los milagros como son, los hinchas mexicanos se rindieron este martes ante el guardameta de la selección, Guillermo Ochoa, a quien han vestido de santo, agradecidos por su milagro de atajar un penalti en el Mundial.
“Ochoa, qué bárbaro, paró un penal cuando no creíamos que se podía. Ochoa, eres el mejor, perdonamos que decíamos que no eras un mal portero; estás muy bien cabrón”, aseguró como si estuviera en un confesionario el aficionado de la capital del país Yovani Maya, quien gritó y bailó cuando el arquero fue el héroe del empate 0-0 con Polonia.
A diferencia de los seguidores del Tri en Qatar, que no pudieron tomar alcohol, los que celebraron en las plazas del país lo hicieron hidratados, con vasos de cerveza que contribuyeron al ambiente de fiesta del partido de debut de México. Vestidos con distintos modelos de la selección, gritaron, rezaron y bebieron mientras echaron buenas vibras al equipo.
El Monumento de la Revolución, uno de los más emblemáticos de la Ciudad de México, reunió a miles de seguidores del Tri, que vieron en pantallas gigantes el duelo y gritaron a voz en cuello cuando Ochoa le detuvo un penalti al mítico Robert Lewandowski, del Barcelona.
“Ochoa demostró que siempre cumple en los Mundiales; México hizo un excelente partido. Yo creo que a Argentina lo eliminaremos con una victoria por 2-1, en otro gran juego de Ochoa”, señaló Rafa Pulido, otro de los aficionados en el Monumento.
Cuando el portero atajó el disparo de Lewandoski, los usuarios de las redes sacaron su creatividad con memes de agradecimiento al jugador mexicano. El más creativo fue el de un montaje en el que el milagroso San Judas Tadeo aparece con el rostro de Guillermo Ochoa.
El debut de México en el Mundial fue visto por millones de hinchas; muchos apostados en sitios públicos. A uno de ellos se le vio sufrir de más, el Gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien vivió con momentos de euforia y otras veces fue retratado con pose de filósofo.
“Fue un primer tiempo lleno de emociones, esperamos ver esa garra mexicana más marcada en los próximos minutos”, escribió Blanco al concluir los primeros 45 minutos, que vivió con la misma pasión de cuando era el genio de la selección, con la que jugó los Mundiales de Francia 1998, Corea y Japón 2002 y Sudáfrica 2010.
Un belga se apareció en la capital con su novia mexicana y un sombrero de charro, pero el mensaje de mejor fonética fue el de un hombre originario de Hong Kong, que ha mejorado su acento de español y encantó a todos con su buena entonación: “Messi, Messi…co, va a ganar”, dijo después de su primera cerveza.
Fue un mensaje que llevó a una nueva plegaria, la de los simpatizantes mexicanos de Lionel Messi, a quien le desean que el sábado meta muchos goles contra México, pero que, como sucedió hoy varias veces ante Arabia, esté en fuera de lugar. O que los detenga la nueva deidad: San Memo Ochoa. Info. Prensa Mexicana