México, 19 mar (EFE).- Aunque la frontera sur amaneció este viernes todavía en relativa calma, el Gobierno mexicano escenificó el despliegue de funcionarios migratorios y agentes de seguridad para frenar la pandemia de coronavirus en plena ola migratoria.
“Cifras grandes y desalentadoras de personas que han padecido la pandemia nos obligan a fortalecer el cerco sanitario para la seguridad de la sociedad mexicana”, dijo este viernes el comandante de la 36/a Zona Militar de Tapachula, el general Vicente Antonio Hernández en un evento en Tuxtla Gutiérrez, capital del suroriental estado de Chiapas.
Este jueves, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México anunció restricciones en el tránsito terrestre desde el 19 de marzo “para actividades no esenciales en su frontera norte y sur”.
Si bien desde marzo de 2020 los cruces fronterizos en la frontera norte estaban muy restringidos, es la primera ocasión en que se anuncian medidas claras para la frontera sur.
Esta decisión coincide con la nueva ola migratoria que vive Norteamérica y que se ejemplifica con la detención de 100.441 migrantes indocumentados en febrero por parte de Estados Unidos, frente a los 78.442 de enero.
LA FRONTERA SUR, TRANQUILA
La frontera de México con Guatemala despertó este viernes sin presentar, al menos hasta el mediodía, algún tipo de control sobre el transporte terrestre para actividades no esenciales.
Desde muy temprano, el personal de la aduana en Suchiate realizó sus actividades normales e indicaron que no han recibido ninguna información sobre la suspensión de actividades.
Lo vimos “en redes sociales pero sí nos deberían de decir porque nosotros que nos dedicamos al comercio es importante que lo sepamos. (…) Estamos en incertidumbre y nos preocupa”, dijo a Efe Mauricio González Aguilar, comerciante ubicado a unos 50 metros de la aduana de Suchiate.
Pero mientras esta incertidumbre crecía en la frontera con Guatemala, en la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, desfilaban, literalmente, cientos de efectivos de migración, seguridad y personal sanitario en un evento oficial.
“Las medidas de control en la frontera sur (…) priorizarán la restricción de actividades no esenciales”, apuntó Hernández.
Recordó que tanto las Fuerzas Armadas como la Guardia Nacional “coadyuvan” en el control fronterizo por petición del Instituto Nacional de Migración (INM).
En días recientes se filtró un posible incremento de guardias nacionales en la frontera sur. Sin embargo, una portavoz de la Guardia Nacional reiteró este viernes que se mantiene el mismo número de agentes en la región.
Indicó que no hay “ningún despliegue adicional” en el estado de Chiapas, donde hay actualmente 3.484 efectivos, si bien habló de una “rotación” de personal.
NIÑOS MIGRANTES
Más de 14.000 inmigrantes menores de edad que atravesaron la frontera con México solos permanecen bajo custodia de agencias del Gobierno de Estados Unidos.
En el evento desde Chiapas, el titular del INM, Francisco Garduño, indicó precisamente que se atenderá de “manera especial” a los grupos vulnerables como los menores migrantes.
“Se está usando a los menores de edad como salvoconducto de tránsito para llevar a otros migrantes al norte del país. Se han constituido redes criminales”, advirtió.
Del 1 de enero y 18 de marzo se han identificado 4.180 niñas, niños y adolescentes migrantes acompañados y no acompañados, según el INM.
“Tendremos nosotros que ejecutar los programas y protocolos de salud que dicten las autoridades sanitarias”, remachó Garduño, si bien no se conocen todavía de qué manera se aplicarán sobre el terreno ni las consecuencias que tendrán.
¿INDEPENDENCIA DE EE.UU.?
Desde mediados de 2019 y para hacer frente a la amenaza arancelaria del hoy expresidente Donald Trump, México envió miles de fuerzas de seguridad a proteger sus fronteras norte y sur del arribo de migrantes en caravana.
Al llegar a la Casa Blanca el pasado enero, el demócrata Joe Biden prometió una política migratoria en principio más humanitaria y la atención de decenas de miles de solicitantes de asilo varados en la frontera norte mexicana bajo un antiguo programa de Trump.
Mientras que unos 2.600 migrantes que formaban parte del protocolo “Remain in Mexico” (Permanecer en México) ya fueron atendidos por una corte estadounidense, muchos más llegaron en las últimas semanas a la frontera norte mexicana buscando cumplir su sueño americano, y un elevado número ha intentado cruzar a Estados Unidos de manera irregular.
Por ello, el anuncio de controles al transporte y sanitarios en la frontera sur mexicana son vistos con suspicacias.
Porque además coinciden con el préstamo por parte de Estados Unidos de 2,7 millones de vacunas de AstraZeneca para que México avance en su rezagado plan de vacunación, que hoy cuenta con algo menos de 5 millones de dosis aplicadas.
“Se pasó del ‘aranceles o cuello’ al ‘vacunas y cooperando”, dijo a Efe Leticia Calderón, doctora en Ciencias Sociales y experta en migración.
Para la presidenta del patronato de Sin Fronteras IAP, López Obrador tiene una elevada popularidad que le permite llevar a cabo “concesiones tan duras como volverse contenedor de la migración” hacia Estados Unidos, con quien mantiene una relación “asimétrica”.
Irineo Mujica, defensor de derechos humanos de migrantes y director de la ONG Pueblo Sin Fronteras, calificó el desfile en Tuxtla Gutiérrez de “montaje” que busca dar un mensaje a Joe Biden sobre la “militarización” en la frontera sur.
Pero cuestionado sobre la relación entre México y Estados Unidos y el acuerdo sobre AstraZeneca, López Obrador criticó este viernes a sus “adversarios” y dejó una reflexión.
“¿Qué vamos a dar a cambio?, lo que siempre hemos dado: amistad y cooperación en todos los órdenes”. Info, Prensa Mexicana