Ciudad de México, 18 nov (EFE).- Miguel Bosé tiene claro que separar al artista de su obra es una decisión de cada uno y va más allá de las polémicas. “Yo ya no mando”, cuenta el cantante español en entrevista con Efe en México sobre su incursión en el mundo literario con “El hijo del Capitán Trueno”, sus inéditas memorias.
“(El libro) ya no me pertenece, con esto haréis lo que os dé la gana, es vuestro. Cuando cocinéis mi vida podréis poner en la misma olla solo mis canciones, las cosas que saben de mí por otro lado, o lo podéis aderezar con especias del pasado. Yo ya no mando”, menciona.
Bosé escribió sus memorias en un lapso intermitente de tres años. Según cuenta, su proceso creativo fue similar a su forma de hacer música y el resultado fue una intensa visita a su pasado y orígenes a través de las casi 500 páginas que quedaron de las 800 que originalmente esperaban ser parte de su primera obra autobiográfica.
El resultado es fruto del mismo sistema de decantación con el que he tratado su música. “Siempre que compongo canciones las dejo reposar y si, pasado un tiempo, aguantan ya las abordo. Hay muchas cosas que se caen, y hay partes que no eran sustanciosas” en el texto.
Sin rencores, Bosé muestra en su libro la cara más dura de su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, la figura del hombre macho que no respetaba la sensibilidad de su hijo, pero también la frialdad de su madre, la diva italiana Lucía Bosé, de quien estuvo embelesado hasta el último día de su vida.
“La vida no es la que uno vive sino como la recuerda. Yo la recordaba con una memoria sensorial espectacular muy grande, los detalles, los olores, y la quería escribir de esa forma, muy novelada, muy cinematográfica”, relata. Info, Prensa Mexicana