Ciudad de México, 28 oct (EFE).- Miles de feligreses volvieron a abarrotar este jueves el centro de la Ciudad de México para agradecer los milagros de San Judas Tadeo, considerado el patrón de las causas perdidas o imposibles, después de que el año pasado se suspendieran las misas de esta festividad por la pandemia de covid-19.
“Todos los años venimos a darle gracias a San Juditas por todos los favores y bendiciones que nos da de trabajo y salud”, dijo a Efe Jonathan, de 25 años, quien llegó desde la vecina ciudad de Ecatepec con una gran figura de San Judas a cuestas, su esposa embarazada y sus dos hijos disfrazados del santo.
Cada 28 de octubre, miles de mexicanos, muchos de ellos de barrios y municipios humildes, acuden al Templo de San Hipólito, en pleno corazón de la capital y lugar dedicado desde 1982 a San Judas Tadeo, uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret.
Desde que nació su primer hijo hace 10 años, Jonathan nunca ha fallado a su cita en el templo, ni tan siquiera el año pasado, cuando se suspendieron las misas por la pandemia pero se dejó abierto el santuario para los feligreses, lo que costó muchas críticas a la Iglesia católica.
Este año, mientras descienden los casos de la tercera ola de covid en México, la imagen a las puertas del Templo de San Hipólito fue muy cercana a la de la vieja normalidad, excepto por las mascarillas que llevaban algunos feligreses.
Desde la madrugada sonaron cohetes en las inmediaciones del templo, mientras que durante el transcurso de la jornada, la fila de miles de personas, muchas cargando figuras del santo, avanzaba lentamente para acceder al templo y escuchar la misa.
Hugo no acudió al lugar en 2020 por la pandemia, pero esta vez caminó durante seis horas desde la alcaldía Cuajimalpa con una figura de San Judas de 10 kilos en un carrito para agradecerle dos milagros.
“Mi hija estaba en el hospital, cuando nació estuvo un mes internada e hice la promesa de venir y sí salió bien. La otra, mi mamá se había puesto mala, hice una promesa y vengo a pagar las dos juntas”, contó.
Es tradición que en las inmediaciones del templo haya feligreses regalando estampitas, rosarios e incluso comida al resto de devotos, mientras muchos acuden vestidos con la túnica blanca y el mantón verde característicos de este santo.
Es el caso de Juanita, originaria de Ecatepec, a quien se le “complicó un poquito el parto” pero se solucionó gracias a San Judas porque “es milagroso”, aseguró.
México es el cuarto país del mundo en número de muertos por la pandemia con 287.000 decesos confirmados.
El año pasado, las autoridades recomendaron a los ciudadanos festejar en casa las populares celebraciones de San Judas, el Día de Muertos y el Día de la Virgen de Guadalupe. Info, Prensa Mexicana