Madrid, 8 may (EFE).- Ya no depende de sí mismo el Atlético de Madrid, aún por encima de todos con el 0-0 contra el Barcelona en el Camp Nou, pero ya sin esa ventaja tan valiosa, sujeta, como su primera posición, al resultado de este domingo del Real Madrid contra el Sevilla, en otro pulso definitivo por la Liga, que también sigue en agitación por abajo: empató el Alavés y perdió el Huesca.
El resultado dominical en el Alfredo Di Stéfano condiciona todo para las tres jornadas finales: si el Real Madrid gana, será el líder, el único que no debería atender a otros marcadores; si empatan o si vence el Sevilla, el Atlético seguirá al frente, dependiendo de sí mismo, como en las últimas 20 citas del torneo.
“No creo verlo (el Real Madrid-Sevilla). No estoy viendo los partidos, porque no lo paso bien”, aseguró Diego Simeone, el técnico del Atlético, cuya puesta en escena en el Camp Nou reivindicó todo lo que puede ofrecer el equipo rojiblanco, que surgió para ganar. No lo logró porque le faltó lo más decisivo del fútbol: la pegada.
Hasta el descanso fue visiblemente mejor que su rival. Hasta entonces, con una superioridad táctica evidente, con una presión alta que configura al Atlético como un equipo mucho mejor que en el bloque bajo, sin la posesión pero con un dominio de los espacios apabullante, apenas sufrió atrás y generó bastante en ataque, con nueve remates. De Lemar -lesionado en el minuto 13-, de Correa, de Llorente, de Luis Suárez, de Yannick Carrasco… Ineficaces todos.
“Si ganamos los tres partidos, yo aún me veo con opciones”, proclamó en el otro lado Gerard Piqué en ‘Movistar’. Es la última esperanza del Barcelona, que perdió por un golpe en la cabeza a Sergio Busquets a la media hora -fue trasladado a un hospital para pruebas, que determinaron que sufre una contusión facial con fisura maxilar superior- y que reaccionó en el segundo acto. No le bastó, porque vivió más que nunca encomendado a una genialidad individual de Lionel Messi, que insistió. Siempre hubo respuesta de Jan Oblak, ya por los 300 partidos con el Atlético. Y 159 los terminó imbatido.
El ’10’ argentino fue la única luz visible en el apagón general azulgrana: cedió dos puntos… Y quizá la Liga. Porque el 0-0 no le vale a ninguno, pero mucho menos al Barcelona, que debe ganar sus tres encuentros y atender a resultados ajenos, al menos al fallo de dos de los cuatro competidores directos que tiene por el título. Además, el Atlético le ganó la diferencia particular entre ellos.
EL LEVANTE SE SALVA, EL ALAVÉS PUNTÚA Y EL HUESCA RECAE
No hay tregua tampoco por abajo. Desde la decimocuarta posición hasta el fondo de la tabla nadie tiene la certeza total de que continuará en Primera el curso que viene. Ni siquiera el Valencia, seis puntos por delante del descenso y que este domingo juega un duelo crucial frente al Valladolid. Ni tampoco el Getafe.
Ya lo tiene hecho el Levante. Él y el Alavés terminaron exhaustos en su empate, entre la intensidad, la responsabilidad, los más de cien minutos de partido y el calor. El 2-2 final lo firmó Joselu, que había fallado lo que nunca falla antes y que resurgió con el cabezazo del 2-2 en el 88, al que se estiró Dani Cárdenas. Cuando el portero alcanzó el balón, ya estaba dentro. Lo confirmó el VAR.
Ese gol rebajó el protagonismo de José Luis Morales. El ‘Comandante’ remontó en seis minutos, del 36 al 42, el 1-0 con el que golpeó primero el Alavés, por medio de Pere Pons a la media hora. Un punto no es mucho para los apuros del conjunto vitoriano, pero su valor creció porque no sumaron nada ni Elche ni Huesca.
Tiene dos puntos de ventaja sobre el descenso, en el que siguen el Elche -derrotado el viernes por la Real Sociedad, por la expulsión temprana de Raúl Guti y los goles de Aritz Elustondo y Mikel Oyarzábal-, el Eibar -juega este domingo contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez- y el Huesca, que recayó contra el Cádiz.
El equipo amarillo ya tiene la permanencia matemática. Objetivo cumplido. El Huesca la tiene más que en duda. Antepenúltimo, en zona de descenso, ni siquiera el golazo que se inventó Rafa Mir al borde del intermedio alteró su reencuentro con la derrota, consumada porque a la siguiente jugada recibió el 2-1 en propia puerta de Gastón Silva. Ha perdido cuatro de sus últimos cinco choques.
Europa es más difícil para el Athletic Club, a cinco puntos de la séptima posición, empatado a última hora por el Atlético Osasuna (2-2). Ante Budimir remachó de cabeza el 2-2 en el minuto 89 que niveló el 2-1 de Oihan Sancet. Antes, en el minuto 1, Morcillo anotó el 1-0 y Darko Brasanac, en el 12, hizo el 1-1. El conjunto bilbaíno ha empatado siete de sus últimos nueve compromisos de Liga. Info, Prensa Mexicana
Iñaki Dufour