Madrid, 12 ago (EFE).- El 13 de agosto de 2019, nueve mujeres acusaban a Plácido Domingo de acosarlas sexualmente hace tres décadas, a finales de los años 80. Cancelaciones y críticas, aunque también apoyos y algún premio, se han sucedido en este año de ocaso de una aplaudida carrera que el tenor se resiste a acabar.
La noticia conmocionaba el mundo de la música en agosto de 2019: el tenor español, considerado uno de los mejores de todos los tiempos, era acusado de un presunto delito de acoso sexual por ocho cantantes y una bailarina, aunque solo una daba su nombre, la mezzo-soprano Patricia Wulf. Una docena más aseguró que el también director de orquesta las incomodó con continuas proposiciones y presiones para salir con ellas.
A estas denuncias se sumaban músicos de orquesta, bailarines, cantantes y personal técnico que aseguraban haber observado una conducta sexual inapropiada de la estrella operística con jóvenes mujeres durante varios años, desvelando así lo que algunos miembros del mundo de la ópera calificaban como “un secreto a voces”.
Al silencio inicial de Domingo le siguió un comunicado oficial en el que declaraba que “las acusaciones de estas personas anónimas que se remontan hasta tres décadas atrás son profundamente preocupantes y, tal como se presentan, imprecisas”.
El comunicado no fue suficiente para parar una oleada de críticas que llevaron a muchos teatros y óperas de Estados Unidos a cancelar sus conciertos. De esta manera, uno de los mejores cantantes de ópera de todos los tiempos vio cómo el país que le había alzado a la fama mundial, le abandonaba.
España y más concretamente Madrid, cuna del tenor, siguió la iniciativa de EE.UU. de cancelar todas sus actuaciones, convirtiéndose en el primer país europeo que le dejaba atrás por las acusaciones.
También, el considerado “rey de la ópera” por la revista “Newsweek” en una portada de 1982, se vio obligado a dejar su puesto de director de la Ópera de Los Ángeles y a cancelar sus representaciones más inmediatas, unas por decisión propia, otras por acuerdo con los diferentes escenarios donde tenía que cantar.
Un mes más tarde, en septiembre de 2019, otras 11 mujeres acusaban de los mismos cargos a Plácido Domingo. Una de ellas fue Angela Turner Wilson (las demás prefirieron no revelar su identidad), quien trabajó con el tenor español en la obra “Le Cid” de Jules Massene, representada en la Ópera de Washington durante la temporada 1999-2000, cuando Domingo ejercía como director artístico de esa entidad.
De acuerdo con el testimonio de la cantante, el tenor en la sala de maquillaje antes de una actuación le hizo varios tocamientos, un comportamiento que la dejó “atónita” y “humillada”.
Poco debió importarle a la Ópera de Zurich (Suiza) estas nuevas acusaciones, ya que Domingo volvió a subirse a su escenario en octubre causando una gran sensación entre el público con su encarnación de Nabucco en la ópera homónima de Verdi.
Gritos de “bravo” acompañaron durante toda la actuación al español, quien mostró un buen estado de ánimo y voz, y, derrochó emociones en el papel del rey babilonio que, creyéndose un dios, se vuelve loco.
A finales de febrero de este año, una investigación llevada a cabo por el sindicato de músicos de ópera de Estados Unidos, AGMA, concluía que “el señor Domingo tuvo, de hecho, actividad inapropiada que va desde coqueteos hasta insinuaciones sexuales dentro y fuera del lugar de trabajo”. El tenor español, de 79 años, respondió con un comunicado en el que aceptaba “toda la responsabilidad” de sus acciones” y pedía perdón por “el dolor causado”.
En este ‘annus horribilis”, a finales de marzo era ingresado enfermo por coronavirus en un hospital de Acapulco (México), donde reside junto a su esposa, su hijo, su nuera y sus dos nietos.
Superada la COVID-19, aseguraba en una entrevista con Efe que “jamás” se retirará “de la música”, a pesar del año “tan duro” que ha vivido.
“De los escenarios operísticos es posible que tenga que retirarme en algún momento, pero jamás me retiraré de la música. Seguiré cantando conciertos, tengo proyectos discográficos y quiero, sobre todo, dirigir”, exponía.
Y mientras que en EE.UU. y en España no hay noticias sobre nuevas actuaciones del tenor, algunos países de Europa ya tienen programada una gira de conciertos. Plácido Domingo actuará este agosto en una gala musical en Caserta y en dos representaciones en la Arena de Verona, ambas en Italia. En septiembre, encarnará a Simón Boccanegra en la Ópera de Viena.
Todo ello tras recibir hace unos días en Salzburgo el Premio Austríaco de Teatro Musical 2020 por toda su “influyente” trayectoria profesional. Y es que esta ciudad austriaca fue el primer escenario en el que cantó el pasado verano -recibido y despedido con aplausos- después de que se hicieran públicas en EE.UU. las acusaciones de acoso sexual en su contra.
Por Silvia García Herráez