El Paso (TX)/Washington, 15 mar (EFE News).- Un grupo de legisladores republicanos visitó este lunes la frontera con México, donde el arribo de más migrantes, especialmente menores de edad, está metiendo mucha presión al Gobierno del presidente, Joe Biden.
El jefe de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, encabezó la delegación en El Paso, en Texas, en un momento en el que la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) tiene bajo custodia a más de 4.200 migrantes menores de edad.
“Esto es más que una crisis”, dijo McCarthy en una rueda de prensa después de la visita a un centro de detención, usando una palabra que el Gobierno Biden intenta por todos los medios evitar. “Lo triste en todo esto es que no debió haber ocurrido. Esta crisis es resultado de la política presidencial”, agregó.
Los republicanos culpan a Biden y su promesa de una política migratoria “justa y humana” de la llegada a la frontera de decenas de miles de migrantes que, en su mayoría, proceden de América Central y México.
En opinión de McCarthy, la detención de la construcción del muro fronterizo que impulsó el anterior presidente, Donald Trump, establecer una moratoria a las deportaciones (paralizada por un juez) y la promesa de un camino hacia la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados están detrás del actual aumento de inmigrantes.
“Sé que el presidente (Biden) viajará esta semana”, añadió McCarthy. “Aquí es donde debería traerlo el avión presidencial. Aquí es donde él debería mirar a la gente cara a cara. Aquí es donde debería hablar con los agentes de la frontera y hacerles saber que esta es una gran crisis”.
OLEADA DE MIGRANTES
Según medios estadounidenses que citan informes de CBP, unos 3.000 de esos niños han permanecido bajo custodia de CBP por más de las 72 horas permitidas para su transferencia a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) ante su incapacidad de procesarlos a todos en el plazo establecido.
Esta dependencia del Departamento de Salud encara su propia crisis por la escasez de albergues adecuados para la custodia de los menores de edad, y el Departamento de Seguridad Nacional recurrió a la Agencia de Gestión de Emergencias (FEMA) para la provisión de alimentos, alojamiento y asistencia de los menores.
En febrero, CBP detuvo a 100.441 inmigrantes indocumentados, un 28 % más que en enero y cerca del triple que el mismo mes de 2020, entre ellos unos 9.300 menores de edad que llegaron sin la compañía de alguno de sus padres o tutor legal.
De esos 100.441 indocumentados, la agencia federal indicó que el 96 % fueron expulsados del país “inmediatamente” para reducir los riesgos de contagio de la covid-19.
Pero este aumento, denunció la congresista republicana María Elvira Salazar, provocó que agentes migratorios hayan tenido que ayudar en los centros donde se procesa a los inmigrantes detenidos, lo que conlleva, aseguró, que la frontera se quede “desprovista” de agentes y que eso sea aprovechado por los inmigrantes para cruzar irregularmente la frontera.
NECESIDAD DE ABRIR CENTROS DE PROCESAMIENTO
La ORR indicó que “como resultado de la necesidad apremiante de minimizar la presencia de menores no acompañados en instalaciones de CBP y para dar un ambiente mucho más adecuado”, ha abierto un sitio de emergencia en Midland, Texas, y que su uso tiene la intención de ser temporario.
Este será uno de los nuevos centros habilitados en las últimas semanas por el Gobierno para hacer frente al incremento de indocumentados.
Y según medios nacionales, FEMA apoyará próximamente en esta tarea utilizando el Centro Kay Bailey Hutchison de convenciones en el centro de Dallas, también en Texas, para alojar a los varones de 15 a 17 años de edad a fin de dejar espacio libre en sitios de detención de CBP.
El centro de convenciones estará disponible por unos tres meses y tiene espacio para alojar a alrededor de 2.300 adolescentes, según funcionarios citados por los medios.
LEYES MIGRATORIAS
Mientras tanto la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen mayoría, se prepara para votar esta semana dos proyectos de ley que, si llegasen a ser promulgados, abrirían una senda para la residencia legal permanente y, eventualmente, a la ciudadanía para millones de inmigrantes.
Un proyecto, titulado Ley de Sueño y Promesa, ya aprobado por la Cámara en 2019 pero que no tuvo consideración en el Senado, donde entonces los republicanos tenían mayoría, conduciría a esa legalización permanente para más de 700.000 migrantes amparados por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y otros 400.000 protegidos por el estatus temporario (TPS).
El segundo proyecto, titulado Ley de Modernización de la Fuerza Laboral, también aprobado en la Cámara Baja en 2019, facilitaría la regularización del estado migratorio de los trabajadores agrícolas.
Lo que parece evidente es el que la inmigración volverá a ser uno de los principales ejes políticos de los próximos meses y probablemente también de la campaña electoral de 2022, en la que se renovará la Cámara de Representantes y buena parte del Senado federal, lo que podría frenar el intento de Biden de avanzar en su política migratoria “justa y humana”. Info, Prensa Mexicana