Un pueblo bajo la autopista: cuando los “sintecho” construyen su propio futuro

Oakland (CA), jun (EFE News).- Cansados de vivir en condiciones inseguras e insalubres, un grupo de personas sintecho de Oakland (California) ha construido su propio poblado y ha creado una vibrante comunidad bajo la autopista que cuenta con ducha, cocina, huertos, una tienda y hasta una clínica.

“Aquí me siento segura. Esta es una zona neutral, y además hace que me suba la autoestima. Aquí vengo a comer, a ayudar y a conectar con otras personas”, cuenta a Efe Kathy, una mujer de mediana edad y pelo largo castaño que vive sin hogar desde hace seis años y es una víctima de violencia doméstica.

Con lágrimas en los ojos al no poder contener la emoción cuando habla de todo el esfuerzo y dedicación que los voluntarios han puesto en la construcción del poblado, Kathy ejerce de improvisada guía para Efe de este “barrio” construido con materiales reciclados y bautizado como “Cob on Wood” (Arcilla en Wood), al encontrarse junto a la calle con el mismo nombre de Oakland.

CASETAS CON MOTIVOS FLORALES

Formado por pequeñas construcciones que recuerdan casetas de adobe y que están decoradas con motivos florales, “Cob on Wood” también cuenta, además de los servicios antes mencionados, con un horno para pizzas, un escenario y una cabaña para pasar la noche, todo ello debidamente señalizado.

Las estimaciones más recientes calculan que en Estados Unidos viven más de medio millón de personas que se encuentran sin hogar, un problema nacional que se manifiesta de forma especialmente cruda en regiones tan acaudaladas como el área de la Bahía de San Francisco, con una de las mayores rentas por cápita del país.

Sin embargo, San Francisco y poblaciones aledañas como Oakland, Berkeley y San José se ven incapaces de dar respuesta a una situación que en los últimos años ya iba al alza y que con la pandemia se ha disparado, con un aumento sin precedentes de gente viviendo en la calle y en precarios campamentos al lado de la autopista.

ENTRE OAKLAND Y SAN FRANCISCO

Es precisamente en el corazón de uno de estos campamentos, situado literalmente bajo los carriles que dirigen al puente que conecta Oakland con San Francisco, donde a principios de este año, tres organizaciones locales (Essential Food and Medicine, Artists Building Communities y Living Earth Structures) impulsaron la construcción de “Cob on Wood”.

“La adicción, la desnutrición, las enfermedades… en cierta manera son violencia, porque al lado tienes una economía enormemente rica y con todos los recursos para ponerle fin”, dice a Efe Ashel Seasunz Eldridge, el cofundador de Essential Food and Medicine junto a Xochitl Bernadette Moreno.

Aunque es difícil de estimar una cifra exacta, por “Cob on Wood” pasan cada día decenas e incluso centenares de personas, que acuden desde los campamentos aledaños a comer, ducharse, coger ropa o productos sanitarios de la tienda (totalmente gratuitos), usar los servicios de la clínica (operada por personal sanitario voluntario) y charlar y conectar con otras personas.

Todo ello se financia a través de donaciones, y las organizaciones promotoras funcionan como canalizadores de estos recursos, además de ayudar en la gestión de la comunidad.

EL ANHELO DE INDEPENDENCIA

“Empezamos esto porque no queremos tener que depender completamente de los recursos del Ayuntamiento. Queremos ser independientes, demostrar que podemos valernos por nosotros mismos”, cuenta justo delante de la autocaravana en la que pasa las noches Leajay Harper, una mujer afroamericana que hace de voluntaria como responsable de la cocina en “Cob on Wood”.

Además de ofrecer comidas nutritivas y con vegetales frescos (algo normalmente difícil de conseguir para las personas sintecho), la comunidad organiza cada domingo una cena grupal con pizzas al horno de leña y espectáculos protagonizados por los propios miembros, en los que cada uno muestra sus habilidades artísticas.

Pese a lo vibrante de esta comunidad, que quiere convertirse en un ejemplo a seguir para otras ciudades y países y que ya ha recibido peticiones de estados vecinos como Oregón y de la costa este, el poblado vive bajo la amenaza de desahucio, ya que se ha alzado sin permiso en terrenos del Departamento de Transporte de California (Caltrans).

LA AMENAZA DE DESAHUCIO

“Caltrans nos dice que por ahora no tenemos que sufrir por las construcciones, pero que podrían forzar a los residentes a desplazarse. ¿De qué sirve tener un pueblo si no hay nadie que habite en él?”, cuenta a Efe Moreno, una de las impulsoras de “Cob on Wood”.

Interrumpe sus explicaciones para saludar a “Major” (comandante), un hombre corpulento con un gorro del equipo local de fútbol americano, los Oakland Raiders, que se añade a la conversación y explica que desde que se creó el poblado, pasa en él aproximadamente el 80 % de su tiempo cada día.

“Esto es más que una comunidad para mí. Esto es mi mundo. Antes estaba en la calle y me prometí a mí mismo que saldría adelante. Ahora tengo algo a lo que aspirar”, dijo. Info, Prensa Mexicana