Chilpancingo (México), 20 mar (EFE).- La vida de los pobladores del ejido Zihuaquio, en el sureño estado mexicano de Guerrero, no volverá a ser la misma a partir de este fin de semana, pues tendrán que vivir bajo resguardo permanente de corporaciones de seguridad para evitar ser atacados por el grupo delictivo Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que los obligó a desplazarse en 2020.
Este sábado muy cerca del reconocido destino turístico de Ixtapa-Zihuatanejo, que reportó 77,1 % de ocupación hotelera al ser fin de semana festivo para los mexicanos, una caravana de personas desplazadas salió después de las 8.00 horas (13.00 GMT) en un viaje de más de seis horas en busca de recuperar su hogar.
En enero de 2020 los habitantes de la comunidad de Zihuaquio, reconocida a nivel nacional por su producción de mezcal, fueron obligados a abandonar su territorio por una célula del CJNG que, según denuncias de los pobladores, pretendían obligar a trabajar para ellos a los hombres de esa zona, además de apropiarse de su actividad económica.
Desde esa fecha el desplazamiento interno los llevó a instalarse en la comunidad de Vallecitos de Zaragoza, perteneciente a Zihuatanejo, región Costa Grande de Guerrero, desde donde partieron este fin de semana en un viaje interno por la Sierra Madre del Sur con vigilancia de corporaciones de seguridad por el riesgo que representó ese trayecto.
RECONSTRUIR SU VIDA
Al llegar a Zihuaquio, comunidad cabecera del ejido del mismo nombre, el panorama fue poco alentador: al menos 80 % de las viviendas y 20 % de las construcciones para producir mezcal están destruidas, por lo que prácticamente tienen que empezar de nuevo. Los aproximadamente 20.000 litros de mezcal producidos en enero de ese año también se perdieron.
El comisario municipal de Zihuaquio, Benito Campos Sepúlveda, pidió ayuda gubernamental para reconstruir la vida, pues necesitan material para las viviendas y su infraestructura productiva. A diferencia de otros ejidos de la sierra de Guerrero, en Zihuaquio prefieren producir maguey y mezcal que amapola.
Por el momento los afectados pernoctarán en la escuela, mientras comienza a llegar la ayuda del gobierno para levantar nuevamente ese poblado.
De acuerdo con el comisario, en enero de 2020, tras la incursión de los criminales, huyeron 300 personas, unas 65 familias, de las que 80 % regresó y el resto permanecerá en Vallecitos por atención médica y escolar.
Reconoció que tras su regreso necesitarán vigilancia permanente de las corporaciones de seguridad, y buscarán concentrar los magueyales en esa comunidad para evitar que se dispersen los trabajadores y con ello se debilite el grupo.
Zihuaquio es la cabecera del ejido conformado por poblados como La Cañada, Casas Viejas, La Fragua, La Palma, Santa Ana, La Nogalera, Las Vaquitas y Piedras de Amolar. Muchos de los habitantes trabajan en la elaboración del mezcal.
En cada vinata, explicó Campos Sepúlveda, trabajan cinco personas pero el número se eleva a 30 por toda la cadena productiva. Anualmente, por temporada, se fabrican unos 70.000 litros de mezcal.
La caravana de unos 20 vehículos fue resguardada por efectivos del Ejercito Mexicano, Guarda Nacional y Policía Estatal, quienes se instalarán en campamento para cuidar a los pobladores de manera permanente por estar bajo amenaza del crimen organizado.
Según información del gobierno estatal, los afectados recibirán apoyo del Programa Estatal en Atención al Desplazamiento Interno -establecido en la Ley Número 487 Para Prevenir y Atender El Desplazamiento Interno En El Estado De Guerrero.
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