El actor Leonardo Ortizgris se propone ser congruente con ideales y proyectos

México, 25 jul (EFE).- Para el actor mexicano Leonardo Ortizgris es importante ser congruente entre las ideas que uno tiene y los proyectos que se eligen. Es por eso que su trayectoria se ha marcado por personajes complejos e interesantes que defienden la diversidad, la igualdad y apuestan por lo diferente.

“No es mi objetivo”, dice a Efe Ortizgris cuando se le cuestiona sobre la razón por la cual al menos tres de sus últimos personajes tocan temas de diversidad e igualdad. Aunque añade: “por ahí no va mi necesidad creativa, pero cuando yo leo esos guiones me atraen muchísimo porque es tener la posibilidad de hacer un cuestionamiento y reflexionar lo que nos interesa como sociedad”.

En ese sentido, Ortizgris sí busca congruencia a la hora de elegir proyectos a pesar de que esto conlleve grandes riesgos, pues cree en el valor del arte como transformador social y en la responsabilidad como actor de terminar con las historias que “establecen clichés y prejuicios, pues estigmatizamos a ciertos sectores de la sociedad”.

Es por eso que asegura que, aunque no ha sido un camino fácil, sí ha sido honesto.

“Es jugársela todo el tiempo, porque de pronto son películas que en principio puede ser que no sean tan atractivas, pero yo confío en un cine que vaya rompiendo los clichés, los estigmas y prejuicios que den otra posibilidad de pensamiento y abrir otras ventanas, solo así podemos transformar una sociedad”, asevera.

Y es un poco duro al afirmar que no tiene sentido que “como actor, en redes sociales y con la prensa estés a favor de ciertos cambios, si tu arte y quehacer no refleja eso, estás un poco en contradicción”.

HOMOSEXUALIDAD, AMOR Y DIVERSIDAD

Homosexualidad, amor y diversidad son tres palabras que definen tres de sus proyectos más actuales: “Amores modernos”, que habla de las relaciones humanas actuales; “Tengo miedo torero”, una película en torno a la diversidad sexual en tiempos de la dictadura chilena; y “Conoces a Tomás”, una historia que aborda el autismo.

En la primera interpreta a Alex, un joven homosexual que regresa a su casa después de la muerte de su madre donde se encontrará con nuevas noticias que le harán reflexionar sobre el valor de la familia y su significado, situación que en estos tiempos tendrá un valor diferente debido a la lejanía que se generó con la pandemia, opinó Ortizgris.

“La película tendrá una nota melancólica porque justo habla de la familia, de los encuentros, de llegar a un mismo sitio, una casa y estar con tus seres queridos. Creo el público lo va a recibir de una manera muy distinta a lo que lo pudo haber recibido antes”, menciona sobre la película que pausó su estreno por la llegada del coronavirus y que es posible que llegue este mes a algunas salas nacionales.

“Yo creo que es un mosaico de manifestaciones amorosas”, cuenta, y considera que la modernidad en su personaje está en “su posibilidad de transformarse“.

Creo que Alex, en esta historia de 24 horas, tiene un ciclo de maduración muy acelerado y se hace un ser moderno”, explica de su personaje.

Sobre el tratamiento de la homosexualidad de su personaje, Leonardo comenta que lo trabajo con cuidado junto con Matías Meyer (director) para no caer en estereotipos y estigmas.

Ese mismo tema, pero de una manera completamente distinta, lo acompaña en la película chilena “Tengo miedo torero” dirigida por Rodrigo Sepúlveda y basada en los escritos de Pedro Lemebel que aborda la homosexualidad en la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990).

“Es un travesti viejo en los años 80 en un país con una dictadura donde ser homosexual era superdifícil y peligroso. Él se encuentra con un revolucionario y con un montón de prejuicios donde la homosexualidad era muy castigada y criticada dentro de la revolución comunista. Es un dilema y es interesante la relación que se establece entre ‘La loca de enfrente’ y Carlos, un guerrillero, que soy yo”, cuenta.

EXPLORANDO OTRO HUMOR MEXICANO

Ortizgris además acaba de iniciarse como productor de “Laif”, una serie de 11 capítulos de 15 minutos en la que explora la vida de un hombre de 40 años que termina con su pareja y con ello llegan miles de dudas y cuestionamientos que tiene como protagonista al mismo Leonardo y a la Ciudad de México.

“Todo es absurdo y ridículo y es un personaje que se enfrenta con la masculinidad, la familia, el amor, el trabajo o relaciones afectivas. Es el cuestionamiento que una persona de 40 años tiene”, adelanta de la serie que aún no cuenta con una plataforma donde ser exhibida.

“Es aprovechar y provocar al público para que conozca otro tipo de humor, el humor mexicano creo que tiene muchas vertientes. Se ha demostrado que solo una es la que funciona comercialmente pero hay muchos buenos guionistas”, señala.