México, 6 ene (EFE).- En una pugna por la innovación y mantener las tradiciones, la rosca de Reyes logra perdurar en México, donde cada 6 de enero se vende masivamente, a pesar de las complicaciones por la pandemia y la incertidumbre económica.
Martín Baltazar no solamente lleva el nombre de un rey mago en el apellido sino que, con 27 años y casi 15 de experiencia, es uno de los maestros panaderos encargados de mantener viva la tradición de la rosca de Reyes a pesar de los inconvenientes provocados por la pandemia de la covid-19.
“Ha bajado un poco la venta pero seguimos vendiendo”, dice Baltazar con resignación en entrevista con Efe.
Durante 2020 las celebraciones de las tradiciones se vieron truncadas como nunca antes con el encierro aconsejado por las autoridades sanitarias para luchar contra la propagación del coronavirus.
Es por ello que se vivió el Día de la Independencia sin fiesta, un Día de Muertos sin visitas a los panteones, celebraciones moderadas por Navidad y Año Nuevo y este 2021 se celebra el Día de Reyes con las mismas precauciones.
A pesar de esto, en México se le hace justicia al dicho “las penas con pan son buenas”, por lo que la tradicional rosca de Reyes se mantiene presente en pastelerías y panaderías, listas para ser degustadas tanto por los fervientes religiosos como los ateos.
Esta costumbre llegó a México como parte de las tradiciones españolas y representa el encuentro de los tres Reyes Magos – Melchor, Gaspar y Baltasar- con el recién nacido niño Jesús que se llevó a cabo el 6 de enero y que se conoce como el Día de la Epifanía.
Según se cree, la forma circular de la rosca y su decoración representan la corona de los tres Reyes Magos y, en México, dentro de la rosca se guardan pequeños muñecos de plástico que simbolizan a Jesús recién nacido.
A quién parta la rosca de Reyes y se encuentre con el pequeño muñeco tendrá que pagar el 2 de febrero, día de la Candelaria, los tradicionales tamales para todos con los que compartió el pan, pues inmediatamente se convierte en el padrino del bebé.
“Normalmente la gente se espanta y todos buscan que no les toque el muñequito pero antes se pensaba que era de suerte, como una bendición encontrar el muñequito en la rosca”, dice Baltazar.
UNA ROSCA OCTOGENARIA LLENA DE TRADICIÓN
Martín empezó su carrera como panadero a los 12 años cuando acompañaba a sus tíos a las panaderías para barnizar con huevo las baguetes y ponerles ajonjolí.
Después estudió gastronomía y actualmente mantiene la tradición casi octogenaria de la Pastelería Elizondo de Ciudad de México.
“Aquí en Elizondo es tradicional desde hace casi 80 años siguiendo el mismo proceso a base de harina, sal, mantequilla, huevos, azúcar y levadura. Para adornarla usamos la biznaga (acitrón) de tres colores (roja, verde y blanca) higo, cascara de naranja y cerezas”, apunta el maestro.
Pero mantener la tradición intacta no ha sido sencillo, pues ingredientes como la biznaga han sido prohibidos por tratarse de una cactácea en peligro de extinción, por lo que en algunos lugares se ha sustituido por dulce de ate.
Pero los tiempos han demostrado que las personas no buscan en todos los casos la tradición.
Recientemente se viralizaron en redes en México las roscas de Reyes con muñecos de series de televisión como los llamados “Baby Yoda” sustituyendo al muñeco del niño Dios, que nada tienen que ver con la religión, ni la costumbre que sustenta la celebración.
“Yo creo que es una tradición más atea ya, desde que se empezaron a vender las roscas de Reyes de tacos o con rellenos ya no es tanto como lo marca la tradición”, explica Martín, quien pese a defender las roscas clásicas no rechaza dichas iniciativas.
DÍA DE REYES EN TIEMPOS DE LA COVID-19
Aunque es una realidad que las ventas y los pedidos más grandes han disminuido debido a la pandemia, Baltazar no ve del todo negativo la situación que afrontan las panaderías.
“Tiene sus pros y sus contras porque la gente que estaba trabajando en oficinas y ahora le toca estar en su casa vienen y compran la rosca, pero también están los clientes que nos compraban roscas grandes que ahora no están trabajando por lo que ya no tenemos ese nivel de ventas, pero las familiares se venden mucho”, explica.
Incluso con la pandemia, las Pastelerías Elizondo elabora alrededor de 500 roscas y han sido comercializadas desde el 3 de enero y la venta finalizará el 10 del mismo mes para no perder el sentido de la celebración.
Con el Día de Reyes oficialmente se termina la temporada de fiestas en México iniciada el 12 de diciembre con el día de la Virgen de Guadalupe. Info, Prensa Mexicana