México, 11 ene (EFE).- Sortear la crisis económica que ocasionó la pandemia de la covid-19 en 2020 y enfrentar el inicio del nuevo año supone un doble reto para miles de familias y empresas mexicanas que, en muchos casos, solo tiene una salida para hacerse de dinero: el empeño de sus bienes.
Joyas varias, principalmente de oro; relojes de marca, aparatos electrónicos de nueva generación, computadoras, electrodomésticos, instrumentos musicales y herramientas, entre otros objetos de valor, son las prendas de las que los mexicanos echan mano para solicitar un préstamo de dinero.
A un costado de la Catedral Metropolitana, en pleno centro histórico de la Ciudad de México, se ubica la casa matriz de Nacional Monte de Piedad (NMP), la principal casa de empeño en este país.
“Vine a empeñar una pulsera de oro, ahora mismo la falta de dinero y la economía está muy difíciles”, dijo este lunes a Efe Jesús Guzmán, uno de los cientos de personas que pasan a diario por la filas de la casa de empeño.
“Con las fuentes de trabajo cerradas, la ‘cuesta de enero’ será complicada”, añadió el hombre, quien desde marzo pasado, cuando se inició el confinamiento por la emergencia sanitaria, ha “metido al empeño” sus prendas en dos ocasiones.
“La necesidad del dinero (ante la emergencia) es lo que nos hizo venir al empeño y también venimos porque es más tolerable el adeudo aquí que con un banco, además de que los bancos no aceptan prendas”, expuso.
El Monte de Piedad, como llaman los mexicanos a la institución, fue inaugurado en 1775 y ahora cuenta con 321 sucursales en las que se llevan el 50 % de los préstamos prendarios que se concretan en el país.
Aunque los mexicanos aguantaron gran parte de la pandemia, que en este país ha dejado más de 1,52 millones de contagios y más de 133.000 muertes, en los últimos días de diciembre comenzaron las filas en las casas de empeño, las cuales han ido en aumento en los primeros días de enero.
EL DIFÍCIL INICIO DE AÑO
En México, como en otros países de América Latina, la famosa cuesta de enero es llamada así porque a los gastos de fin de año le sigue un habitual aumento de precios en algunos productos, por lo que el primer mes del nuevo año se torna difícil para los bolsillos de los ciudadanos.
Además, el país arrastra debido a la pandemia la caída de más de un 9 % en el producto interno bruto (PIB), la pérdida de miles empleos y el cierre de millones de negocios.
“El inicio de año es una de la épocas del año más relevantes y ahora más con la contingencia para el Monte de Piedad”, refirió en entrevista con Efe el director de operación de la institución, Luis Enrique Padilla Azarcoya.
“Sin duda el 2020 fue un año atípico, registramos 7,8 millones de nuevos préstamos, el mismo número de necesidades que tienen las personas”, cantidad que contrastó con 2019, en el que reportaron 10,5 millones de nuevos préstamos.
El directivo explicó que aunque se piensa que los jefes de familia son los que mas asisten a empeñar prendas para financiarse ante una mala etapa económica, “la realidad es que el 66 % de los empeños que se concretan en el Nacional Monte de Piedad son para pequeñas y medianas empresas (pymes)”.
Además, señaló que con el paso del tiempo los préstamos han dejado de ser financiamientos de emergencias y ahora son la base económica de esas empresas ya que dos de cada tres préstamos son dirigidos a alguna actividad productiva.
Recordó que el 90 % de las prendas que recibe la institución son “alhajas de oro (joyas), relojes y automóviles” y estimó que para este mes esperan colocar 700.000 nuevos empeños.
Además de la cuesta de enero, la Semana Santa, las vacaciones de verano, el regreso a clases y las compras decembrinas son las cuatro épocas más importantes del año para las casas de empeño.
DIFERENCIAS CON LOS BANCOS
Con un financiamiento a cinco meses, antes de esa fecha no se paga nada, y una mejor tasa que los bancos, el sistema de préstamos del Monte de Piedad es bien visto por los usuarios ya que si empeñan joyas puedes realizar hasta tres refrendos, pago de intereses, y con estos tienen la opción de pagar hasta en 20 meses, pagando cada cinco meses el refrendo.
Para Carmen García, quien llegó a la sucursal para empeñar unas pulseras de oro, dinero con el que rescatará otra prenda empeñada previamente que “necesitaba salvar”, el sistema del Monte de Piedad se ajusta a sus necesidades.
“Esta posibilidad de contar con un préstamo de dinero a mí me funciona y es mucho mejor que un crédito con un banco o que cualquier otro tipo de préstamo”, aseguró la mujer, quien además ve como beneficio recuperar sus objetos.
El directivo contó que 8 de cada 10 personas que empeñan en la institución recupera sus prendas ya que, como fin último, buscan no perjudicar a sus clientes. “Lo que menos queremos es que ellos pierdan sus cosas”, finalizó. Info, Prensa Mexicana